El Área de Salud de Ibiza y Formentera salió ayer al paso de las valoraciones de algunos usuarios sobre el estudio de utilización del parking de Can Misses, que se ha centrado en la bajada de barreras para impedir que los conductores de fuera accedan al aparcamiento. Mientras varios pacientes señalaban a este medio que la gente, al comprobar que este aparcamiento privado no era de pago, ha perdido un poco el miedo a la hora de estacionar en el parking, desde el Área de Salud recordaron ayer que la respuesta de las encuestas sobre este estudio para medir la satisfacción de los usuarios concluyó positivamente. «Lo que reflejan las encuestas tanto de la Sociedad Concesionaria como las nuestras es un aumento de satisfacción generalizado», apuntaron, recalcando la casuística de los sondeos: «La opinión fue masiva con 15.000 encuestas al mes».
Gratuidad
Al preguntar por la posibilidad de que este aparcamiento deje de ser gratuito, como solicitaban, incluso, algunos usuarios cuestionados por Periódico de Ibiza y Formentera, la ASEF explicó que este parking es privado de uso público y gratuito para los usuarios de Can Misses porque así se estableció en el Parlament balear en 2018. «No depende de nosotros, antes debería cambiarse la legislación vigente. Nosotros nos movemos dentro de la normativa y, con ella, intentamos garantizar un uso adecuado del estacionamiento», indicaron desde el Área de Salud de Ibiza y Formentera.
No obstante, sí que adelantaron que tienen sobre la mesa posibles medidas futuras centradas en implantar una mayor información para todos los conductores y un mayor control de acceso. «La Sociedad Concesionaria tiene una serie de baterías de medidas futuras que, llegado el caso, se utilizarán para aumentar el control», subrayaron e indicaron que estas pautas se llevarán a cabo en fases sucesivas a lo largo del tiempo, especialmente de cara al verano con medidas previas «para garantizar el buen resultado que tenemos ahora».
En este sentido, desde la ASEF insistieron en que esta bajada de barreras está «dando su fruto» porque está permitiendo a los pacientes aparcar en el estacionamiento y también, según dichas fuentes, ha aumentado la rotación de los vehículos. «Más de un 70 % de usuarios utilizan el parking menos de tres horas. Con estos cambios, se encuentran las plazas más fácilmente», destacaron, haciendo hincapié en que, con esta medida, se ha reducido hasta la «inexistencia» el número de vehículos que lo utilizaban como aparcamiento de larga estancia.
Sin retirada de vehículos
Además, subrayaron que en las últimas semanas no ha habido retirada de vehículos por un uso inadecuado del parking: «Ha desparecido esta mala utilización del espacio. Ahora es más fácil y asumible para los usuarios poder aparcar». En esta misma línea, añadieron que es «raro» que alguien acceda al recinto y se tenga que marchar porque no encuentra una plaza libre, aunque sí que reconocieron que puede que alguna vez tengan que dar un par de vueltas antes de localizar un hueco vacío en el parking.
«Esta bajada de barreras supuso un antes y un después. Antes cualquier persona accedía y nadie lo controlaba, sólo a través de un conteo manual de los vehículos que ya estaban estacionados», informaron. Sin embargo, indicaron, actualmente con esta iniciativa se puede disponer de una lectura de matrículas, que permite conocer a qué hora entra el conductor y a qué hora abandona el recinto. Además, agregaron, se pueden analizar los usos: «Podemos saber si el conductor ha realizado un uso hospitalario o ha utilizado el parking para estacionar su coche dos días y, por ende, su uso no ha estado relacionado con el ámbito hospitalario».
Asimismo, puntualizaron que se ha incrementado el control de entrada con esta medida disuasoria. «Ahora los conductores de fuera tienen la intranquilidad de saber lo que puede suceder con su vehículo», concluyeron.