La sequía está causando estragos en el campo ibicenco y, ante esta situación, el Ayuntamiento de Ibiza ha pedido a los residentes en la ciudad «prudencia» en el consumo del agua porque, según ha explicado el concejal de Medio Ambiente, Jordi Grivé, «es un bien preciado al que no se le da importancia la importancia que realmente tiene». Grivé ha asegurado que la ciudad no está en la situación crítica en la que se encuentran puntos de Cataluña o Andalucía porque el suministro es básicamente de agua desalada. Sin embargo, ha dejado claro que el contar con este tipo de agua «no da ningún derecho a despilfarrar».
Tras participar en la Mesa Balear del Agua que se celebró el lunes, Grivé ha destacado la «importancia» que el Govern de Marga Prohens está dando en este inicio de la legislatura a la gestión de todo lo relacionado con este elemento. Y ha puesto como ejemplo de ello el hecho de que se haya creado una conselleria, la del Mar y Ciclo del Agua, únicamente para este área. «Estamos acostumbrados a abrir el grifo y que salga agua», ha explicado el edil de Vila, «pero, para que eso suceda, hay detrás mucho trabajo y mucha inversión. El Govern va a poner para este tema prácticamente todo lo que se recaude con el impuesto de turismo sostenible».
En el caso concreto de Vila, Grivé ha explicado que «en breve» saldrá a adjudicación la nueva contrata de abastecimiento y suministro de agua. Un contrato que conllevará inversiones por unos 17 millones de euros, que deberán ser ejecutadas en un plazo de ocho años. «Será un cambio muy importante», ha explicado el edil, «porque no se ha invertido nada en los últimos ocho o 10 años porque el contrato estaba prorrogado». Grivé ha reconocido que «el rendimiento del sistema en Vila es aceptable», pero también ha señalado que «es necesario ir hacia la reutilización del agua, que va a ser vital en el futuro». Un objetivo que dependerá de la nueva depuradora, que debería activarse en los próximos meses. Pero que también depende del estado en el que llegará el agua a esta instalación: «El agua tiene que llegar a la depuradora en las mejores condiciones posibles y por eso hay que invertir en redes separativas. En Ibiza hay zonas que aún no tienen estas redes y esa será una parte importante de las inversiones que tendrá que hacer la nueva contrata. Hay que modernizar y mejorar».
Grivé, por otro lado, ha explicado que la Mesa Balear del Agua ha aceptado sacar adelante la construcción de una cuarta desaladora en Ibiza. Una infraestructura reivindicada por los cinco ayuntamientos de la isla y que, ha dejado claro el concejal de Vila, «no significará seguir creciendo urbanísticamente». «Hace falta una cuarta desaladora solo para cubrir la demanda que tenemos actualmente», ha añadido Jordi Grivé, «pero es un proyecto a largo plazo. Mientras tanto, se ampliará la de Santa Eulària y el Consell ya ha comenzado la ampliación del sistema de transporte entre desaladoras».
«En verano», ha explicado el concejal, «las desaladoras van a más del 100% y eso no es viable. Si una de las tres desaladoras se estropea, cae todo el sistema hidráulico de la isla y eso es algo que no podemos permitir». Grivé ha concluido subrayando la necesidad de ahorrar en el consumo del agua y ha insistido en la importancia de que las administraciones de las Islas, con el Govern al frente, inviertan en agua porque, sin esta, «no hay vida y no le damos la importancia que realmente tiene».