El Govern balear reiteró ayer su «firme voluntad» de que la segunda fase del Palacio de Congresos de Ibiza, ubicado en Santa Eulària, sea pronto una realidad. Según señaló a este rotativo, en el Ejecutivo de Marga Prohens son conscientes de que se cuenta con una parte financiada con fondos Next Generation, aunque debe ampliarse la financiación.
También explicaron que pronto saldrá una convocatoria de 74 millones de euros por la «reprogramación» del Impuesto de Turismo Sostenible, popularmente conocido como ecotasa, de donde podría obtenerse dicha partida. Desde el Govern manifestaron a Periódico de Ibiza y Formentera que el objetivo es que no se pierdan los fondos asignados y «estamos convencidos de que esta legislatura será la de la adjudicación y financiación de la segunda fase del Palacio de Congresos de Ibiza».
De esta manera contestaron desde el Ejecutivo balear al Ayuntamiento de Santa Eulària, que esta misma semana lamentaba no tener garantizado todo el dinero público necesario para llevar a cabo la construcción de la esperada infraestructura.
La alcaldesa Carmen Ferrer recordó que el proyecto rondará los 33 millones de euros debido a los sobrecostes producidos al introducir modificaciones en el diseño como la construcción de una nueva planta de aparcamiento que servirá para aprovechar mejor el espacio.
Ferrer comunicó que será el propio Ayuntamiento el que asuma los 13 millones de sobrecoste. Esta misma semana, Ferrer reclamó al Govern que explicara sus intenciones con el objetivo de consolidar estas ayudas, algo que llevó a cabo este jueves la administración autonómica, aunque sin concretar todavía cifras.
El grueso económico
A finales de 2023 el conseller de Economía, Antoni Costa, explicó que, así como el Govern financió el Palacio de Congresos de Palma, también lo hará con el de Ibiza. En esta línea, adelantó que esta institución aportará el grueso económico para financiar la segunda fase del Palacio de Congresos de Ibiza, pero no habló de cifras concretas.
Cabe recordar que el acuerdo entre el anterior Govern balear, el Consell y el Ayuntamiento de Santa Eulària sólo garantizaba 10 millones por parte del Ejecutivo autonómico, de los que ocho procedían de fondos europeos y el resto eran recursos propios de la CAIB. Consell y Ayuntamiento tenían que costear el resto del presupuesto. No obstante, pese a esta falta de concreción del actual Govern balear, Carmen Ferrer se mostró muy positiva y señaló que este proyecto está más cerca que nunca de convertirse en realidad. «Es nuestro objetivo. Ahora estamos trabajando para terminar la parte administrativa y cuando se consolide toda la financiación se podrán iniciar las obras», explicó Ferrer, haciendo hincapié en que en este 2024 se pondrá la «primera piedra» de esta segunda fase.
En este sentido, adelantó que espera que para este octubre se inicien las obras o que, por lo menos, estén adjudicadas.
«En el primer semestre del año nos enfocaremos en la fase administrativa y de licitación y, en el segundo, espero que empecemos a taladrar», manifestó a Periódico de Ibiza y Formentera. Sin embargo, subrayó que antes es necesario licitar los trabajos.
El Ayuntamiento de Santa Eulària abordó en el pleno de este jueves el proyecto de ejecución de esta segunda fase del Palacio de Congresos, redactado por los arquitectos Jesús Ulargui Agurruza y Eduardo Pesquera.
Su votación y aprobación era el paso necesario de cara a hacer realidad un proyecto cuyo objetivo es potenciar la actividad económica fuera de temporada y el consiguiente impacto en el empleo. También se dio cuenta de la plurianualidad necessaria para la financiación, donde se incluyen los 6,5 millones de euros que el Govern ha solicitado y conseguido a través de los fondos NextGeneration.
Creo que no es el proyecto más necesario, ni ecológico ni acorde con su fín, que se supone que es reparar o mejorar el entorno. Además nuestros turistas y especialmente los repetidores te dicen que todo sigue igual que el año anterior o si se reformó, como Playa den Bossa, sigue con los mismos problemas, menos vegetación y más construcción, lo cual, una vez más, es tirar el dinero sin que se consiga esa mejora que sería lo deseable.