Kabir Mulchandani llegó a Ibiza por primera vez hace 20 años a disfrutar de sus vacaciones. Poco podía imaginar entonces que, dos décadas después, se convertiría en el propietario de una de las grandes discotecas que visitó en ese viaje: Pacha Ibiza. Y es que Mulchandami es, desde el pasado mes de octubre, el propietario del Grupo Pacha. El empresario de origen indio afronta esta nueva etapa de la mítica discoteca ibicenca con respeto y responsabilidad ante un negocio que no duda en calificar de histórico y explica a Periódico de Ibiza y Formentera qué es lo que sintió al adquirir el grupo y los retos de futuro que se ha marcado.
—Para quien todavía no le conozca, ¿podría decirnos quién es Kabir Mulchandani?
—Antes que nada, soy marido y padre de cuatro niños maravillosos. Durante los últimos 30 años he hecho muchas cosas distintas.
La hospitalidad ha sido algo que siempre me ha gustado. Durante mi vida he viajado mucho y disfrutado de mis estancias en distintos hoteles. De esta manera, hace unos 20 años me di cuenta de que podía dedicarme a algo que realmente me gusta: disfrutar del placer de hacer felices a mis huéspedes. Ver las caras de satisfacción de nuestros huéspedes, ya sea en hoteles o en discotecas, es la mayor gratificación que puedo recibir.
—¿Eso le llevó a hacerse con la división de ocio y hotelera del Grupo Pacha?
—Así es. Como todo el mundo sabe, el grupo Pacha va más allá de las discotecas ya que también tiene su división hotelera y eso es a lo que me dedico. Me encanta Ibiza, su libertad, su espiritualidad, la energía tan especial que transmite. Desde el principio, trabajar en Ibiza fue un deseo personal más que una simple transacción comercial. Por esa razón, he estado trabajando por llegar hasta aquí desde hace mucho tiempo. Incluso desde antes de que Triatlantic decidiera vender el Grupo Pacha. De hecho, se lo venía proponiendo desde 2021.
He estado viniendo a Ibiza desde hace años como turista. En 2018 estuve en Destino Ibiza para recoger ideas sobre pool parties y fue realmente inspirador ver lo que hacen en Ibiza.
—¿Cuál fue su primera decisión al hacerse cargo de Pacha Ibiza?
—Lo primero que hice nada más comprar Pacha fue poner el foco en la Fundación Pacha. Para ser honesto, no me había dado cuenta de los retos que atraviesa Ibiza. Si miras la isla por uno de sus lados solo ves las inmensas cantidades de dinero que deja la industria turística. Sin embargo, no son unas ganancias equilibradas para la isla. Por eso pienso que debemos devolver a la isla el beneficio que nos genera el turismo. Por otro lado, para mí siempre ha sido muy importante la redistribución de la riqueza que se crea desde la compañía más allá de incrementar el salario de nuestros empleados. Por eso, también les damos la oportunidad de participar activamente y formar parte del Grupo Pacha.
—¿Conocía Pacha antes de su adquisición?
—Sí, pasé muchas noches en Pachá como cliente, aunque no pueda recordarlas todas [risas]. Como le he contado, también estuve en Destino Ibiza, que para mi fue todo un aprendizaje.
—¿Qué planes tiene a medio y largo plazo para Pachá?
—La felicidad y satisfacción de nuestros clientes debe ser nuestro objetivo a todos los niveles, hablemos de hoteles o de discotecas. Si tuviera que resumirlo en pocas palabras, el objetivo es que nuestros clientes se sientan ‘bendecidos' tras la experiencia que han vivido en nuestros establecimientos. Nuestro negocio no es como los de un comerciante que compra una cosa para después venderla. Se trata de sentimientos.
—Esta temporada va a ser su primera temporada como propietario de Pacha, ¿tiene alguna novedad prevista?
—Sí, habrá novedades, pero todavía no puedo desvelarlas. En términos generales puedo contarle que vamos a darle un espacio especial a la marca Flower Power.
—¿Cuál sería el lema o el espíritu que espera transmitir a la familia de Grupo Pacha?
—Para mí, lo más importante es la creatividad, la inclusividad, la colaboración y el trabajo en equipo sin juicios. Estos los valores que me gustaría transmitir a la familia Pacha.
—Hace poco conoció al fundador de Pacha, Ricardo Urgell. ¿Cuénteme cómo fue ese encuentro?
—Nos conocimos en la misma discoteca. Fue durante el evento navideño que se organiza cada año para los niños. Es un gran anfitrión y me recibió de una manera muy calurosa. La verdad es que fue un encuentro muy emotivo para los dos. Por mi parte, sentí la gran responsabilidad de tomar el testigo de su gran creación, algo que para él tiene un componente sentimental muy grande. Sentí la pasión que siente él por todo lo que ha creado. Crear un negocio es algo parecido a tener un hijo al que ves nacer y crecer bajo tu cuidado. Por eso, ahora no puedo más que tratar su legado como si fuera mi propio hijo. Ricardo Urgell es un ejemplo de éxito y no puedo más que respetar su trabajo. Creó una marca de lo más poderosa a base de creatividad. Tras sus muros hay mucha historia y esa es la verdadera riqueza de Pacha. Antes de conocer a Ricardo Urgell ya le tenía mucho respeto y, después de conocerle, todavía le tengo más.
—Una de sus primeras decisiones fue la de incrementar los recursos para la Fundación Pacha. ¿Puede contarnos cuánto han aumentado esos recursos y qué objetivos se han marcado en la fundación?
—Los recursos se han incrementado un 300%. Más allá del incremento de recursos, estamos trabajando para implicar a nuestros socios en distintos negocios. Por ejemplo, los bancos y demás empresas, a quienes animamos a aumentar su apoyo con la idea de incrementar los recursos hasta un 600% o un 700%. Además, me estoy reuniendo con los alcaldes de los distintos municipios para comprender las verdaderas necesidades que tiene la isla. Soy consciente de que hay necesidades y nadie mejor que ellos para explicarme dónde están estas necesidades. Sin embargo, más allá de ofrecerles los recursos económicos dejaremos que los miembros de la Fundación Pacha lo distribuyan según sus necesidades. Nadie mejor que ellos para valorar dónde debe ir a parar el dinero y los recursos.
—¿Tiene previsto expandir Pacha en otros puntos de Europa?
—Hay cosas que no se pueden expandir. Pacha Ibiza es demasiado especial. Tiene demasiada historia. No se puede exportar la energía de 50 años de cientos de personas divirtiéndose en Pacha. No he comprado Pacha para convertirlo en una franquicia. En caso de haber una expansión será muy cuidadosa, selectiva y respetuosa. Pacha es una marca que debe ser cuidada y preservada, no se merece ser una simple explotación económica. De momento, este año nos centraremos en Ibiza.
—Nos ha hablado de que ha estado en Ibiza en varias ocasiones, ¿qué conexión o vínculo tiene con Ibiza?
—Con el tiempo he desarrollado una conexión muy especial con Ibiza. La belleza de esta isla está en que aquí nunca te sientes como un extranjero. Nadie te juzga por tu procedencia, género o por el color de tu piel. Esto no pasa en otros lugares. Ibiza, aunque es una isla muy pequeña, es muy internacional y aquí me he sentido siempre muy bienvenido.
—Ya nos ha dado alguna pista al respecto pero, ¿qué es lo que más le gusta de Ibiza?
—Lo que más me gusta es hacer senderismo. Caminar en Ibiza por la mañana respirando aire puro y después lanzarte al mar es algo que, para mí, convierte Ibiza en uno de los mejores lugares que he conocido en mi vida.
—¿Algún consejo para quienes estén valorando emprender su propio negocio?
—Para emprender cualquier negocio es necesario ser perseverante y comprometido. Pero para estar comprometido con algo debes amarlo. El único objetivo nunca debe ser el dinero. En cualquier negocio surgen problemas y retos que no te puedes ni imaginar. Cada vez que te esperas un problema por un lado, te sale por el otro. Si no amas de verdad lo que haces, es imposible lidiar con el estrés y con los retos que pueden surgir.