El capitán marítimo de Ibiza y máximo responsable de la seguridad del puerto, Luis Gascón, asegura en declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera que la seguridad de las embarcaciones del Club Náutico Ibiza (CNI) pasa por «hacer la obra definitiva. Lo más seguro es un dique fijo, como el que había». Gascón se refiere al viejo pantalán de hormigón que la Autoritat Portuària obligó a retirar al CNI en 2021 para sustituirlo por otro flotante y que ha provocado muchos problemas de seguridad a las embarcaciones amarradas en sus instalaciones cada vez que hay un temporal de levante.
Gascón deja claro que «no soy ingeniero, pero es mi opinión» y señala que el plan de contingencias por el cual los responsables del Club Náutico de Ibiza deben retirar las embarcaciones de sus pantalanes para que no sufran daños cuando hay mucho viento «es un parche. Los vientos de levante y suroeste entran de lleno, hay una agitación enorme que se suma a las operaciones de los buques comerciales. Las instalaciones deben de estar bien protegidas».
Un plan de contingencias que se activa cada vez que se prevén vientos de levante fuerza 6, lo que implica un aviso amarillo de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Instalación polémica
En las bases del concurso de las instalaciones del Club Náutico Ibiza, la Autoritat Portuària de Balearas (APB) valorará «inversiones en mejoras de las condiciones de seguridad y operatividad, todas ellas con instalaciones desmontables, ante posibles episodios de agitación interior de las instalaciones». Una inversión a la que, a diferencia de su rival en el concurso, el Club Náutico Ibiza ha renunciado ya que está demostrado que un pantalán flotante no protege las embarcaciones amarradas en sus instalaciones.
Esta es una de las razones que desde el CNI esgrimen para que la APB anule el concurso, ya que sostienen que estas instalaciones desmontables no solucionan el problema de seguridad ante fuertes vientos del este. La última autorización de concesión temporal otorgada por la APB al Club Náutico obligó al derribo del muelle de hormigón. Una instalación que estaba completamente obsoleta pero que servía de resguardo importante ante las inclemencias del tiempo o del paso de otras embarcaciones y hacía más seguro el acceso de los socios a sus barcos. Una inversión de un millón y medio de euros que desde el CNI consideran que «han tirado al mar y que difícilmente han podido amortizar».
Para el Club Náutico Ibiza, la APB «no ha planteado ninguna solución realista a los graves problemas de seguridad del puerto y no debe aceptar, por baldía y técnicamente inviable, la propuesta incluida en la oferta de Puertos y Litorales Sostenible de contener las fuerzas de las olas mediante una simple estructura flotante».
Bueno pues nada, Suena Michel