El concejal de Limpieza del Ayuntamiento de Ibiza, Jordi Grivé, ha presentado este lunes la nueva ordenanza municipal de recogida de residuos y limpieza viaria, que sustituirá a la actualmente vigente, aprobada en 2005, y que se ha quedado «totalmente obsoleta» porque, entre otras cuestiones, «no recoge lo que establece la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados, que se aprobó en 2022».
Esta nueva norma supondrá un cambio radical en cómo deberán comportarse los ciudadanos en lo que a la limpieza de la ciudad se refiere. Y es que, por ejemplo, incrementará de forma notable las sanciones, que en el caso de infracciones leves, podrán pasar de los 600 euros actuales hasta los 2.000 euros.
La actualización de esta ordenanza, ha explicado Grivé, forma parte del «compromiso» del equipo de Gobierno con lograr que Vila se convierta en una de las ciudades más limpias de España. Para ello, se han activado por parte de la concejalía diferentes medidas como la compra de una máquina decapadora para quitar las manchas del suelo o la puesta en marcha de la Brigada de Acción Rápida. Pero ahora es necesario que los residentes en la ciudad sepan qué está prohibido y a qué se arriesgan si no cumplen la norma. Por ejemplo, una vez que entre en vigor la ordenanza, los propietarios de mascotas estarán obligados a recoger los excrementos de estas, pero también tendrán que llevar consigo una botella de agua con vinagre para limpiar los restos y los orines.
«En la nueva ordenanza», ha subrayado Grivé, «quedará muy claro lo que no se puede hacer». Y ha puesto como ejemplo que quedarán totalmente prohibidas, y por tanto susceptibles de sanción económica, acciones como tirar chicles o colillas a la calle, dejar las bolsas fuera del contenedor de basura o no limpiar los orines de los perros.
La técnico municipal de Medio Ambiente, Bárbara Pohlkotte, ha explicado, por su parte, que el nuevo régimen de sanciones, que será aprobado por el Pleno municipal el próximo jueves, viene fijado por la ley estatal de 2022, que establece «multas mínimas y márgenes en el ámbito de los residuos». Así, según ha señalado, las infracciones leves podrán conllevar multas de hasta 2.000 euros. Y ha puesto como ejemplo de estas infracciones dejar las bolsas de basura fuera de los contenedores, ensuciar la vía pública tirando colillas u otros elementos o no cumplir los horarios a la hora de depositar los residuos en las zonas habilitadas para ello. En este último caso, la nueva ordenanza contempla la ampliación de los horarios en invierno, cuando la basura podrá dejarse en el contenedor a partir de las 18.00 horas y hasta las 23.00 horas. Los establecimientos del casco histórico, además, podrán depositar sus residuos en los contenedores hasta las 2.00 horas durante el verano y, si alguno solicita una ampliación de tiempo, el Consistorio tendrá la obligación de estudiar la petición.
La nueva ordenanza, por otro lado, crea la figura de los «grandes productores» de residuos. Se trata de aquellos que producen más de 250 litros de basuras a diario. En este caso, para «evitar que colapsen los contenedores, tendrán los suyos propios», ha señalado Grivé.
En la aplicación de la nueva ordenanza serán fundamentales los agentes cívicos cuya contratación ya ha puesto en marcha el Ayuntamiento. Grivé ha explicado en este sentido que se trata de una figura «muy importante» para el Consistorio porque su función principal será la de controlar el cumplimiento de las ordenanzas municipales en general. Pero se centrarán sobre todo en la limpieza. Serán ellos quienes informen a vecinos, comerciantes, restaurantes y cafeterías de la norma. Y, además, tendrán la capacidad de «levantar actas sancionadoras».
A estos agentes se sumará la ampliación del sistema de cámaras de vigilancia en la ciudad. En la actualidad, ha explicado el concejal, hay unas 30 operativas y la mitad de ellas están ubicadas en las cercanías de contenedores de basuras. Hasta ahora, el punto «más conflictivo» detectado a través de este sistema ha sido el de cas Mut. Pero las cámaras han permitido al Ayuntamiento constatar cómo quienes antes depositaban allí las basuras fuera del contenedor o sin respetar los horarios ahora se han trasladado a la zona de la calle Jondal. «Vamos a seguir ampliando las cámaras», ha advertido Jordi Grivé, «los vamos a perseguir, iremos detrás de este incivismo».