La calidad del sueño de los pitiusos ha empeorado en los últimos años, por lo que es conveniente conocer cómo podemos mejorarla. Con motivo del Día Mundial del Sueño, el doctor del Área de Salud de Ibiza y Formentera, Walter Schiaffino, recordó ayer que una necesidad fisiológica como dormir es fundamental para el bienestar de las personas. El sueño, además, debe servir para lograr una «buena desconexión», apartando todo tipo de estímulos como los acústicos o los lumínicos que puedan impedir alcanzar un sueño reparador.
«Cuanto más profundo podamos dormir, más lograremos descansar y a nivel del sistema nervioso central es como si lo reseteásemos, algo que se necesita puesto que dicho sistema debe desconectarse para volver a regular después nuestras funciones fisiológicas principales», recomendó el doctor.
Sobre el número de horas que se debe dormir, el doctor aconsejó un mínimo de ocho y siempre que sea posible durante la noche, reduciendo los descansos diurnos a unos 45 minutos como máximo. «Si algunas personas tienen mucho trabajo o estrés pueden descansar o dormir un poco para recuperarse, pero no deben exceder ese tiempo porque, de lo contrario, se les interrumpirá después el sueño prolongado que les permitirá resetearse bien», afirmó.
Para quienes trabajan en turnos nocturnos, el especialista advirtió: su ritmo circadiano podrá verse afectado. Dicho ritmo regula los cambios físicos y mentales que las personas registran a lo largo del día.
«Si alteramos ese ritmo, sí pueden producirse algunas patologías que podemos tratar de reordenar en algunos servicios del hospital», explicó.
Patologías como la narcolepsia, el insomnio o la fatiga, podrán ser el resultado a largo plazo de un mal descanso.
El doctor alertó además del peligro que pueden causar las pantallas y dispositivos móviles que podamos tener en la habitación puesto que pueden provocar un trastorno de la capacidad para conciliar el sueño. En la guía de buenas prácticas para conseguir un buen descanso, Schiaffino aconsejó comer varias horas antes de irse a la cama, y siempre de manera frugal, y caminar para hacer algo de ejercicio físico. «No debemos olvidarnos de la importancia de tener la suficiente glucosa. Si tenemos un bajo nivel de azúcar en la sangre, ello nos producirá insomnio, de ahí que las abuelas siempre nos recomendaran beber un poco de leche con galletas o comer algo antes de ir a dormir», recordó.
En lugares como Ibiza, con una marcada estacionalidad, el doctor consideró que durante el invierno los problemas de sueño pueden regularizarse, mientras que el ritmo estival afecta a muchos trabajadores que descansan incorrectamente y nunca las suficientes horas. «Ello genera un desgaste y lo noto en pacientes que en verano estaban muy estresados y acababan con muchas bajas. No es lo mismo venir de fiesta y dormir poco, que no hacerlo por trabajo. Es un periodo en el que no nos tomamos nuestro tiempo para las necesidades básicas», reconoció. Por tanto, el doctor recomendó realizar una serie de actividades o hábitos que, durante las temporadas, contribuyan a minimizar los efectos de un mal descanso, tales como pasear o charlar con amigos o la pareja para estar más alegres.