Vigilancia, inspección, control y penalización. Estas son las bases sobre las que gira el nuevo Plan contra los fondeos ilegales sobre la bahía de Talamanca elaborado por el Ayuntamiento de Eivissa. En este sentido, aunque este proyecto todavía no está «cerrado», desde el Consistorio adelantaron ayer a Periódico de Ibiza y Formentera nuevas medidas que se incluirán en este plan de ordenación de los fondeos en esta zona de Ibiza antes de trasladar este proyecto a la Demarcación de Costas para su estudio y aprobación definitiva.
Entre estas medidas, desde el Consistorio explicaron que se controlará el tiempo de estancia que las embarcaciones estén enganchadas en los muertos para este fondeo y se hará con la presencia de agentes locales patrullando en moto acuática que recorrerán la bahía. En este sentido, indicaron que esta unidad estará coordinada siempre con el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona).
«Si es necesario pediremos autorización a Capitanía Marítima para remolcar y sacar las embarcaciones denunciadas», apuntaron, al mismo tiempo que denunciaban el estado del litoral pitiuso al estar plagado de muertos instalados sin autorización que degradan las praderas de posidonia oceánica.
Identificación
Otra de las medidas adelantadas por el Ayuntamiento de Eivissa se basa en la identificación de las embarcaciones fondeadas en la bahía de Talamanca procedentes del muelle que está a la altura del Hotel Argos.
«Vamos a ponernos serios y a terminar con el abuso permanente de los fondeos que hay en esta zona de Ibiza y que ha destrozado la pradera de posidonia», agregaron. En esta misma línea, explicaron también que, dentro de este Plan de fondeos, se incluye la ampliación del balizamiento hasta el máximo permitido de 200 metros desde la orilla del mar. Señalaron que en esta zona estará prohibido el fondeo de embarcaciones y que, ante cualquier comportamiento ilegal, podrá actuar directamente la Policía Local.
Hay que señalar que el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Eivissa, Jordi Grivé, recordó que este equipo de gobierno no puede permitir lo que sucede cada verano en la bahía de Talamanca, ya que, según subrayó el edil, en los meses de temporada alta llegan a fondear de forma ilegal en esta bahía más de 170 embarcaciones. También señaló que este proyecto se ha tenido que empezar «desde cero» tras rechazar las administraciones correspondientes el ya presentado en su momento y que, según agregó Jordi Grivé, se tardó años en preparar. El nuevo plan, añadió, tendrá que ser competencia de Ports de Balears y su objetivo fundamental será el de proteger las praderas de posidonia de Talamanca de estos centenares de muertos o puntos de fondeo fijo.
Medidas urgentes, según fuentes municipales, porque estas prácticas ilegales tienen un impacto ecológico sin precedentes en el ecosistema marino, puesto que los muertos de gran volumen se mueven o vuelcan y ruedan por la posidonia oceánica. Además, según dichas fuentes, también se intensificó la vigilancia en Talamanca con la ampliación de medios hace unos meses. Un aumento de recursos que fue motivado por la presunta actividad delictiva del controvertido pirata de Porroig, Evaristo Soler.
«Vigilantes»
En este sentido, desde el Ayuntamiento de Eivissa destacaron a este medio que están «vigilantes» y se han coordinado con la Guardia Civil para llevar a cabo esta supervisión sobre este hombre que ya estuvo implicado en estos fondeos ilegales en la bahía.
Tras esta actividad, el Ayuntamiento de Eivissa puso en marcha «los mecanismos necesarios» para evitar esta práctica sobre los prados de posidonia. «Estamos vigilantes. De momento no hay novedades, pero lo estamos vigilando de cerca. Hemos coordinado con la Guardia Civil el procedimiento de actuación para este verano. Estamos muy pendientes de cualquier acción y, por eso, se han aumentado los medios», insistieron dichas fuentes.
Cabe recordar que el empresario Evaristo Soler intentó ampliar su negocio de fondeo y trabajar en Talamanca tras haber sido investigado por explotar fondeos ilegales en la zona de Porroig, en la costa de Sant Josep. No obstante, fue detectado enseguida por el personal del Ayuntamiento de Eivissa tanto en Talamanca como en el pequeño puerto habilitado desde hace décadas en sa Punta, entre es Viver y el inicio de Platja d'en Bossa, junto al hotel Torre del Mar.