Varias maletas llenas de ropa, bolsas, sacos y cajas. Todas sus pertenencias, muchas de ellas donaciones tras el incendio, estaban amontonadas junto a la puerta del inmueble que tienen que abandonar las dos parejas que vivían en la vivienda calcinada en los Don Pepe. Los jóvenes relataron ayer que a las 10.30 horas desde los Apartamentos Bon Sol bloquearon las tarjetas de ambas habitaciones para que las dos parejas no pudiesen acceder de nuevo a estas viviendas que el Ayuntamiento de Sant Josep les cedió tras el suceso.
«Nos quedamos en la calle, no sabemos a dónde ir porque los alquileres están desorbitados. Nos están pidiendo más de 1.100 euros y una fianza por una habitación y también nos están intentando estafar al conocer nuestra situación de desesperación. Incluso nos piden un Bizum sólo para poder ver las habitaciones de alquiler», lamentó Naila, una de las inquilinas que vivía en el inmueble que se quemó hace más de una semana.
Junto a ella estaba Adrián, sobrino del propietario de la casa calcinada, quien señaló a Periódico de Ibiza y Formentera que permanecerán los cuatro en los Bon Sol, inmueble cedido temporalmente por el Consistorio, hasta que la Policía se presente en el apartamento con una orden judicial formal de desalojo. Para llevar a cabo este cometido no descartan turnarse entre ellos a la hora de salir a la calle para que este inmueble no se quede nunca vacío, ya que no podrían acceder de nuevo por el bloqueo de las tarjetas.
Más tiempo
«No queremos hacerlo de esta manera, sabemos que no es la solución. Únicamente pedimos más tiempo para encontrar algún sitio», señaló Adrián, quien también propuso la posibilidad de poder alquilar el propio apartamento cedido en los Bon Sol. No obstante, desde el propio inmueble les anunciaron que el alquiler de cada vivienda ascendía hasta los 2.000 euros y que era imposible porque estas habitaciones están destinadas a los clientes que viajen a Ibiza para vivir las aperturas de las discotecas.
El otro grueso de los espacios está ocupado, según ambas parejas, por los empleados que están realizando los trabajos de obras en las carreteras de Ibiza. Otra de las opciones que también miraron fue la de pasar unas semanas en algún hostal de la isla mientras encuentran algo más estable, pero, según Naila, poder dormir en estos alojamientos a estas alturas de la temporada cuesta casi 70 euros la noche. También, agregó Adrián, entidades como Cruz Roja les intentó ayudar y les ofreció la posibilidad de alojarse en un albergue municipal con más personas, pero estos afectados consideran un riesgo la posibilidad de dormir en habitaciones colectivas con literas «sufriendo la falta de espacio y seguridad».
«Nosotros somos personas trabajadoras. Únicamente queremos un hogar y pagar un alquiler. Nos da igual que sea un pequeño garaje, yo lo llenaré de muebles. Sólo queremos que nos faciliten un poco las cosas», subrayó con preocupación este joven, que todavía tenía el vendaje que cubría la quemadura que se hizo en la planta del pie durante la propagación del incendio. Desde entonces está de baja. En distinta situación se encuentra la pareja de Naila tras fracturarse el brazo durante el suceso, ya que, según este joven, la empresa optó por despedirle y no cumplir con sus obligaciones «pese a que estas personas se han quedado sin nada». «Lo hemos perdido todo y desde entonces tenemos ansiedad porque no sabemos qué hacer. Desde los Servicios Sociales sólo nos han proporcionado ropa», explicó esta mujer, mientras recodaba el grave incidente y la rapidez en la que se propagó el fuego. «Nosotros sólo pedimos ayuda al Ayuntamiento para que nos ofrezca otras alternativas, como una casa de acogida», apuntó Naila.
En este sentido, los jóvenes informaron ayer por la tarde de que consiguieron un día más de margen para encontrar algún espacio. «Este establecimiento nos deja estar todos en la misma habitación hasta este martes al mediodía. Han dicho que van a intentar meter presión al Ayuntamiento para que nos ofrezca ayuda», apuntó Adrián.
Desde el Consistorio señalan que los Servicios Sociales «hacen todo lo que pueden»
Desde el Ayuntamiento de Sant Josep señalaron ayer que la situación de estos afectados por el incendio en los Don Pepe ha sido estudiada por los Servicios Sociales Municipales y que desde este departamento «hacen todo lo que pueden». «Las ayudas y las soluciones por parte del Área de Bienestar Social para los casos en los que son necesarios siguen dándose, como a cualquier persona del municipio que lo requiera», explicaron, recordando que tras el incendio ayudaron a todos los afectados, no sólo los que vivían en la vivienda calcinada, poniendo a disposición de manera temporal estos inmuebles en los Bon Sol.
«Cuando se les cedió estos espacios, se les informó desde el primer momento de los plazos», apuntaron, haciendo hincapié en que precisamente estos damnificados han podido estar más tiempo en estas viviendas. «En el caso de estos inquilinos su periodo de alojamiento ha sido mucho más extenso», agregaron. En este sentido, señalaron que la situación es muy complicada, pero Servicios Sociales trabaja con «sentido común», estudiando la situación y las condiciones de las personas que necesitan ayudas y recursos en la localidad.