Lejos quedan ya aquellos años en los que, por estas fechas, nos escandalizábamos por el surgimiento del alquiler de habitaciones para trabajadores a precios que entonces creíamos desorbitados. Sobre todo porque, en la mayoría de los casos, esas ofertas salían a la luz después de haber echado a los inquilinos de los meses de invierno, aquellos que, por una más que módica renta, ocupaban las viviendas en los meses en los que el turismo desaparecía de la isla. Todo aquello ha cambiado de forma radical. Y encontrar hoy una habitación para venir a trabajar en el sector turístico es una tarea para la que hay que armarse de paciencia y tener la cartera más bien llena.
Si en aquellos momentos lo de pagar 500 euros por una habitación doble era un escándalo, no hay ningún adjetivo para calificar lo que hoy se pide por el mismo espacio. De media, los encargados de comercializar fuera del circuito legal estas habitaciones solicitan ahora mismo 1.500 euros mensuales, a los que se deben sumar uno o dos meses de fianza. Algunos de ellos piden el pago por adelantado de toda la temporada. Uno, incluso, asegura que es la condición de obligado cumplimiento que les ha pedido «el propietario». Son habitaciones en casas en el campo, en edificios cercanos a las playas o en el centro de Vila. La oferta más baja en el canal de Telegram Living in Ibiza es de 500 euros por una habitación doble en Santa Eulària y en la que, sin embargo, no se aceptan parejas. Hay otra en Cala de Bou por 600 euros pero, según el anuncio, quien la alquile no podrá beneficiarse del resto de la casa.
Las furgonetas son otra opción para quienes estos días buscan dónde vivir en la isla mientras hacen la temporada. En Sant Antoni, se oferta una por 700 euros al mes. Según el anuncio, tiene «ducha interior y todo lo necesario para vivir bien». Y añade: «Instalación solar potente, agua caliente y mucho más». Otro anunciante ofrece también una furgoneta, esta por 800 euros mensuales, para la temporada. En este caso, aclara que el vehículo solo puede ser utilizado «como vivienda». Un tercero publicita una Mercedes Vito camperizada en la que el inquilino podrá disfrutar de «nevera, electricidad, fregadero y ducha exterior». En este caso no figura el precio y se especifica que «cabe una persona con la cama plegada y dos desplegada». Un cuarto ofrece una furgoneta con cama doble y «fácil desmontable» con cinco plazas y por el módico precio de 1.000 euros mensuales. El interesado debe depositar una fianza de 700 euros y no podrá «salir de la isla de Ibiza, tampoco a Formentera».
La picaresca en este momento es grande. Tanto como para que alguno se presente como el buen samaritano dispuesto a ayudar. Se trata de alguien que ofrece una habitación en el barrio de es Pratet, en Vila, pero solo para momentos puntuales y mientras el necesitado «encuentra algo estable». En el anuncio, redactado en inglés, se puntualiza que en la casa son «gay friendly». El precio va de los 280 a los 680 euros.
Entre los numerosos anuncios que pueden consultarse en las distintas plataformas estos días, llaman la atención aquellos en los que se ofrecen terrenos para alquilar por el módico precio de 1.000 euros mensuales. Cierto es que en el texto nada indica que se trate de suelo sobre el que colocar una caravana o una tienda de campaña, pero llama la atención que en estos momentos, cuando ha estallado el escándalo de los cada vez más numerosos asentamientos ilegales de trabajadores de temporada, aparezcan estos anuncios justo allí donde se busca desesperadamente un lugar para vivir.
Terrenos privados
Otros van a pecho descubierto y ofrecen suelo, en Santa Eulària y Sant Carles, para «colocar caravana, furgoneta o tienda de campaña» para «residentes y trabajadores de temporada». Aclaran que pueden acceder a esta oferta tanto personas solas como parejas y familias. El precio mensual oscila entre los 350 y los 500 euros y da derecho a agua y electricidad. Las plazas son limitadas.
De entre todos estos avezados propietarios, nos quedamos, sin ninguna duda, con el que, en un grupo de Facebook destinado al alquiler en Ibiza, se presenta como alguien generoso, que ofrece su vivienda a «un precio equitativo» con el fin de que «las familias puedan conocer la isla» y lamenta los ataques de quienes buscan vivienda. Informa de que retira su anuncio porque no consiente «ni insultos ni faltas de respeto por parte de gente que no conoce la propiedad ni Ibiza». Y añade: «Podéis seguir quejándoos de los alquileres abusivos de los grandes propietarios pero cuando un particular ofrece su vivienda os dedicáis a realizar este tipo de comentarios». Pide por su casa 1.800 euros por semana.