Ansiedad, tristeza, depresión, aumento de la adicción a las redes sociales, trastornos de conducta, falta de control de impulsos, trastornos del sueño y alimentación. Estos son algunos de los factores que pueden afectar actualmente a la salud mental de los jóvenes, provocando, entre otras consecuencias, violencia a terceros, conductas autolíticas, bajo rendimiento académico e incapacidad para desenvolverse en el entorno, según Antonella Greco, gerente de la Asociación Pitiusa de Familiares de Personas con Enfermedad Mental (Apfem).
Además, estos problemas han incrementado el número de consultas por problemas de salud mental en niños y adolescentes tanto en la isla como en la localidad de Santa Eulària. Un aumento que ha ocasionado una alta demanda del Servicio de Orientación Familiar (SOF) de los Servicios Sociales del Ayuntamiento por parte de las familias de estos jóvenes.
«Llevamos muchos años con esta asistencia a las familias y menores, pero hemos detectado que los casos atendidos son cada vez más complejos debido al aumento de las situaciones de riesgo», explicó Patricia Roveda, psicóloga responsable del SOF, haciendo hincapié en que este servicio atiende cada año a 200 familias y 80 menores, esta última cifra ha crecido un 60 % en la localidad, ya que antes de la pandemia el Servicio de Orientación Familiar atendía a 50 jóvenes. Asimismo, agregó que durante más de 20 años esta unidad ha realizado una labor muy importante a nivel familiar y se pretende hacer lo mismo con los más jóvenes.
Mejorar la atención
Para ello, explicó, es esencial mejorar la atención a estas personas, actuando con «agilidad» y «profesionalidad». «Estos casos son derivados por el Servicio de Pediatría del IbSalut, por los departamentos de orientación de los centros educativos o las propias educadoras sociales; tenemos un amplio abanico a la hora de detectar las necesidades de los menores. A partir de ahí se valora si el trabajo se hace con el entorno familiar o si el menor necesita una ayuda más específica», indicó esta profesional, resaltando que se han visto desbordados dada la situación de riesgo que padece la sociedad.
«Necesitábamos dar un paso más y ofrecer una atención clínica. Es por ello que nos coordinamos con Apfem y la Unidad Comunitaria de Salud Mental de la Infancia y la Adolescencia (Ucsmia), que también tiene lista de espera», señaló, haciendo hincapié en la importancia de la coordinación entre las diferentes entidades. En esta misma línea, Patricia Roveda indicó que el objetivo del SOF siempre ha sido la prevención de los trastornos de salud mental, una propiedad que, según Roveda, «se ha ido desvirtuando» al detectar que estas consultas son cada vez más «complejas».
Al respecto, subrayó que debido a esta situación se necesitaban más medios para poder cubrir todas las necesidades de asistencia psicológica de los usuarios con el objetivo de ofrecer un «servicio de calidad» a estas personas.
Bajo esta premisa el Ayuntamiento de Santa Eulària, mediante un convenio con Apfem, ha puesto en marcha este proyecto de atención psicológica sanitaria para la prevención primaria y la promoción de la salud mental entre los menores. Un servicio municipal pionero en Baleares que, según la alcaldesa de la localidad Carmen Ferrer, dará una respuesta desde el ámbito local al aumento de los problemas de ansiedad y otros trastornos psicológicos en edades tempranas que se está registrando en los últimos años.
«La idea es que los menores del municipio que estén en riesgo de estar sufriendo algún tipo de problema de salud mental puedan recibir una primera atención profesional inmediata a través del departamento de Bienestar Social», apuntó e indicó que esta Concejalía trabajará de forma coordinada con el Servicio de Orientación Familiar municipal y la Unidad Comunitaria de Salud Mental de la Infancia y la Adolescencia (Ucsmia), organismo que forma parte de la Conselleria de Salud.
Sobre este nuevo servicio, Noemi Castelló, directora del Área Infanto Juvenil de Apfem, adelantó que esta unidad se estrenará este 16 de abril en las dependencias del departamento de Bienestar Social del Ayuntamiento de Santa Eulària. Asimismo, Castelló subrayó que este proyecto de atención psicológica se prestará por parte de una psicóloga clínica de Apfem, que tendrá un equipo especializado detrás.
Equipo especializado
«Este servicio estará a cargo de un profesional especializado en psicología habilitado para ejercer una atención sanitaria; ofrecerá apoyo emocional, realizará evaluaciones psicológicas cuando sea preciso y podrá ofrecer sesiones de terapias para comenzar a trabajar en la mejora y recuperación de los menores», apuntó.
Se estima, según Ferrer, que los casos atendidos serán situaciones de riesgo por depresión, ansiedad, acoso, trastornos de la alimentación o falta de control de los impulsos, entre otros. Todas las participantes han coincidido este martes, además, en el gran impacto psicológico que provocó el aislamiento entre los jóvenes durante la pandemia. «Con la crisis sanitaria se empezó a incrementar la adicción a las pantallas y los jóvenes dejaron de sociabilizar; se fueron encerrando y esto les provocó una gran depresión», lamentó Antonella Greco.
Sin ir más lejos, la gerente de Apfem indicó que la entidad ha incrementado las consultas del servicio de atención temprana y de promoción de la autonomía. «Hemos pasado de realizar 2.000 sesiones de intervención terapéutica a realizar actualmente, debido al incremento de la lista de espera, 5.500 sesiones.
«A esta cifra hay que sumar a unas 70 familias de Santa Eulària», agrega, resaltando que la atención a bebés por parte de la entidad también ha aumentado como consecuencia de problemas en el desarrollo cognitivo o motor. «En la etapa evolutiva se detecta antes y esto nos permite realizar una intervención temprana», concluyó.