La finca de Can Marines, propiedad del Consell de Ibiza, ha acogido este miércoles la presentación de la colección de variedades tradicionales de árboles frutales, viñas y olivos que se implantaron al cultivo de la finca. El proyecto que se inició en 2019 y cuenta con, aproximadamente, 3.000 m2 de ejemplares de estas variedades tiene previsto poder ofrecer este tipo de variedades a todas las personas interesadas a partir del 2025 para asegurar su permanencia en la isla.
Tal y como ha confirmado Joan Marí, director insular de Medi Rural y Marino, la gran mayoría de estas variedades que acoge Can Marines son autóctonas de Ibiza y su conservación va estrechamente ligada con el patrimonio de la isla. Muchas de ellas incluso, se han encontrado únicamente en fincas concretas, por su carácter de permanencia, y muchas veces tenían un nombre propio dependiendo del lugar en el que se encontraba. «Hoy en día todo es más fácil pero antes era más complicado. Los payeses sabían muy bien lo que les venía bien en sus fincas o en una zona determinada de la isla, por eso se han dado estos casos», señaló Marí que aprovechó para hacer un llamamiento a aquellos ciudadanos que crean que pueden poseer una variedad poco usual.
En este sentido, Marí ha asegurado que también se está trabajando con «variedades muy interesantes» de viñas y que, en los próximos años, se espera incorporar nuevos ejemplares a la colección. «Todos recordamos esas variedades de viñas de cuando éramos más jóvenes que yo daba por perdidas pero no lo están. A través de esta colección se podrán seguir manteniendo», puntualizó.
Cultivo de la viña
Como señala uno de los agricultores de la finca, en cuanto a importancia histórica y posiblemente la variedad más antigua es el olivo payés, una especie que proviene de Palestina y fue traída por los fenicios. Al igual que el olivo, el cultivo de la viña también es muy antiguo en la isla de Ibiza desde que fue introducido por los fenicios y actualmente las variedades más tradicionales e importantes son las variedades de monestrell y Malvasia. «Hemos encontrado diez clases de viña que son únicas de la isla y no se han encontrado en más lugares. Solo de una de ellas la hemos encontrado en Formentera y Menorca», explicó uno de ellos que incidió en que es la genética lo que diferencia a una variedad de otra.
En estos momentos, la plantación cuenta con las dos variedades predominantes de olivo (payesa y ullastre), diez variedades de viña (entre las que destacan el Griego o el Massanet), 21 clases de almendros, 20 clases de higueras y seis cítricos (como la mandarina payesa o el limón dulce).