El Parlament tomó este martes en consideración la iniciativa del Consell d'Eivissa para controlar y regular la entrada de vehículos a la isla con el voto favorable de todos los grupos a excepción de los siete diputados de Vox, que votaron en contra.
La primera en defender la propuesta fue la vicepresidenta segunda del Consell d'Eivissa, Sara Ramón (PP), quien manifestó la «absoluta necesidad» de esta regulación frente a un modelo turístico que «ha cambiado».
Así, valoró que es una propuesta que dota de las herramientas necesarias al Consell para solucionar los «problemas de congestión» y que ha sido trabajada de la mano de tres grupos «a los que separan muchos aspectos», pero que ahora se juntan «para afrontar un problema de Ibiza». Durante su intervención, la ‘popular' mencionó las actuaciones que contempla la iniciativa insular, algunas referidas a la sostenibilidad medioambiental y socioeconómica de la isla, y que fija medidas encaminadas al flujo turístico y de movilidad sostenible.
De este modo, se aborda la limitación de entrada de todo tipo de vehículos a motor y se limita la circulación en determinados espacios públicos, siendo el Consell el que marque periodos con excepciones.
También la institución marcará el techo de vehículos, que se aprobará de forma anual o bianual con una cuota, «evidentemente», para residentes de Formentera, e introduce cuotas específicas para caravanas «con la obligación de acreditar previa reserva» y cuotas para el alquiler de vehículos, dando preferencia a eléctricos no contaminantes.
Igualmente, faculta al Consell de Ibiza para crear un distintivo y marcar aquellos vehículos exceptuados, y contempla medidas relacionadas con el fomento del transporte público –se prevé que en 2025 entren en funcionamiento el nuevo servicio de autobús– y los últimos artículos incluyen sanciones. «Es una apuesta por la sostenibilidad y para garantizar que nuestros hijos tengan una mejor isla», resumió la consellera.
El siguiente en intervenir fue el portavoz socialista en el Consell d'Eivissa, Josep Marí Ribas, quien afirmó que los ibicencos «tenemos claro que queremos turismo, pero no a cualquier precio». Así, puso en valor la iniciativa de control y regulación de vehículos en la isla pero lamentó que «ahora toca correr para poner un poco de remedio».
En esta línea, celebró el «cambio de opinión» del PP y poder hablar de «práctica unanimidad sobre este asunto y la necesaria regulación de entrada de vehículos a la isla de Ibiza», a la vez que pidió a los diputados que aborden, al margen de esta, «otras urgencias sociales y territoriales» que tiene la isla.
En el mismo sentido se pronunció la diputada socialista Pilar Costa, quien durante su intervención aplaudió «el cambio de posición» de los ‘populares', recordando que «no hace tanto» su discurso era «totalmente contrario».
Así, Costa espera que este sea «un cambio real», aunque avisó que la limitación de vehículos como hecho aislado «no será suficiente». «Tenemos que ir más allá y que siga la paralización del movimiento portuario en el puerto de Sant Antoni», defendió.
Los socialistas recordaron la lucha de la sociedad ibicenca por la protección espacios naturales como ses Salines o Cala d'Hort, además de la lucha antiautopista. «Hace 20 años ya advertíamos de lo que acabaría pasando con las autopistas: más y más vehículos privados que colapsarían la isla. No podemos aceptar que en Ibiza haya trabajadores que vivan debajo de una sabina por un modelo de isla que no nos permite acceder a una vivienda digna», señaló ‘Agustinet'.
Por parte de Unidas Podemos intervino el conseller Óscar Rodríguez, quien avisó que esta iniciativa legislativa es «fruto de un modelo turístico que en la isla ha sobrepasado todos los límites de toda lógica», recordando que en Ibiza el parque de vehículos ha aumentando en un 256 % desde 1996.
Rodríguez añadió que el modelo turístico de Ibiza ha sido «exitoso en obtención de ganancias y fracasado en su reparto. Un modelo que ha generado una isla rica pero en la que sus habitantes son cada vez más pobres».
Durante su intervención, el presidente del Consell d'Eivissa y a la vez diputado autonómico, Vicent Marí, destacó que la propuesta, «hecha desde Ibiza y para Ibiza», llega al Parlament «después de mucho trabajo por parte de técnicos, grupos políticos y particulares, y está avalada por estudios de carga que la justifican».
Vicent Marí también señaló que el puerto de Sant Antoni no se reabrirá. «Estén tranquilos», les dijo a los diputados socialistas a la vez que apuntó que las 9.000 plazas turísticas que ahora mismo están congeladas por una moratoria «lo más seguro es que se eliminen» a través del PIAT que se está redactando.
Vox, en contra
La última en intervenir fue la diputada de Vox Patricia de las Heras, quien cuestionó cómo puede ayudar la limitación de entrada de vehículos a la isla si estos ya existen en la Península. «Desconocemos cómo se justifica que el hecho de que se prohíba la entrada de coches puede beneficiar al medio ambiente», dijo, y añadió que «a todos nos molesta la saturación, pero no de acuerdo se imponga una medida que nos hurta el derecho a la movilidad, como pasó en la pandemia».
La toma en consideración de la la iniciativa del Consell d'Eivissa provocará que el PSOE retire su proposición de ley que obtuvo el vistobueno de la cámara hace dos semanas, al ser ambos textos prácticamente idénticos. El objetivo es que en el verano de 2025 el Consell d'Eivissa ya pueda limitar la entrada de vehículos a la isla.