Los vecinos de la zona de Can Raspalls denuncian a Periódico de Ibiza y Formentera el «abandono» que sufre el barrio desde hace años por parte del Ayuntamiento de Sant Josep. Una situación que se ha acentuado el último año tras las «decenas» de quejas interpuestas a través del servicio de Línea Verde que ofrece el Ayuntamiento para comunicar las incidencias. «Estamos abandonados y castigados. Es un barrio abandonado. Son todo excusas, una tras otra», señala uno de los vecinos del barrio de Sant Josep que se ha puesto en contacto con este rotativo.
Este mismo vecino señaló que han sido muchas las veces que el vecindario ha interpuesto solicitudes mediante la Línea Verde, todas ellas sin respuesta, excepto cuando «vinieron a arreglar unas farolas». «Hemos llamado a secretaría de alcaldía y siempre ocupado, hemos enviado correos y nada… Han pasado meses. Somos muchos vecinos; hemos pensado en recoger firmas porque no encontramos solución alguna», explicó este residente.
Deterioro
Tal y como aseguran los vecinos de la zona, el deterioro es notable en varios puntos del vecindario. El parque infantil es uno de los focos donde más se nota la «dejadez» por parte del Ayuntamiento de Sant Josep, al que han insistido para retirar los clavos sueltos que presentan las maderas de la valla de la zona infantil. «Es un peligro para los niños», aseguraron los vecinos preocupados. Asimismo, señaló que tanto la zona infantil como el gimnasio de mayores del barrio carece de señalización que impida que los animales defequen en la zona, convirtiéndolo en un sitio donde abundan las heces de las mascotas.
Otro de los motivos de queja ciudadana es el mal estado de los adoquines del CEIP Can Raspalls, donde muchos de ellos «están salidos» y suponen un «problema para los escolares».
Además, los vecinos se quejan de que las últimas obras realizadas en el barrio les han ocasionado problemas. «Haciendo obras han roto partes de la acera y ahí siguen. También rompieron unas tuberías metiendo los cables de la luz y dijeron que eso iba a cuenta de los vecinos», manifestó el vecino.
Otra de las quejas de los vecinos de Can Raspalls es la ausencia de una marquesina en la parada de autobús de la zona donde denuncian que «la gente tiene que esperar al autobús en pleno sol o lloviendo». Asimismo, aseguran que hay decenas de coches mal aparcados diariamente que, sumados a las caravanas de la zona, supone un problema para los residentes. «La gente tiene que vivir en algún sitio porque hay un problema enorme con la vivienda pero el Ayuntamiento debe buscar ese espacio o acondicionarlo. No puede ser que haya caravanas ocupando puestos de alquiler y que puedan acampar en todos sitios», finalizó.