Las denuncias y las quejas de los trabajadores de los Juzgados de Ibiza, provocadas por el incivismo juvenil en la plaza de sa Graduada, han llegado al Ayuntamiento de Eivissa. «Desde el Consistorio tenemos constancia de las quejas de los trabajadores de los Juzgados y estamos valorando las actuaciones que se podrían llevar a cabo», afirmaron dichas fuentes a Periódico de Ibiza y Formentera. En este sentido, también destacaron que desde el propio Ayuntamiento «están en contacto permanente» con el juez decano de Ibiza y Formentera, Sergio González Malabia, porque el Consistorio «está dispuesto a colaborar en todo lo que sea necesario».
Cabe recordar que el juez decano de la isla y titular del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Ibiza solicitó tras su nombramiento varias medidas y, entre ellas, estaba evitar el juego en las inmediaciones de la sede judicial. Sin embargo, casi un año después de este nombramiento, este espacio sigue llenándose de jóvenes que juegan a la pelota delante del edifico. Al preguntar al Ayuntamiento por estas posibles actuaciones municipales, dichas fuentes precisaron que todavía tienen que «consensuar»las medidas oportunas para evitar estas conductas incívicas que se viven en la plaza de sa Graduada, lugar donde está ubicada la sede judicial.
Justo en este espacio, según trabajadores de los Juzgados de Ibiza, se concentran todas las tardes varios jóvenes para jugar al fútbol, pese a que en este lugar hay una señal de prohibido jugar al balón. Durante estos encuentros, indicaron estos empleados, surgen «conflictos» debido al incremento de adolescentes en la zona que se dedican a faltar el respeto a los profesionales, funcionarios y usuarios de justicia. En esta línea, destacaron que estos jóvenes se ponen a dar «pelotazos» que golpean las ventanas enrejadas, hacen temblar los cristales y rompen los focos de techo. «Estos balonazos que recibe cada día la fachada del edificio ha provocado también la rotura de las chapas metálicas, las columnas y el destrozo de hasta una cámara de seguridad», apuntó uno de los responsables de seguridad de los Juzgados de Ibiza.
Más allá del daño material
No obstante, según este profesional, lo peor no son estos daños materiales, sino los daños personales sufridos por los propios trabajadores de la sede judicial. Sin ir más lejos, informó de que una de las disputas ocurridas entre los trabajadores y estos adolescentes acabó en agresión a una de las empleadas del servicio de limpieza de los Juzgados. «Tras recriminar su actitud a estos adolescentes, la estuvieron esperando a que saliera de la sede judicial y la increparon; la hermana de uno de estos jóvenes la agredió en el suelo y el propio chico le propinó una patada que le fracturó una costilla», lamentó este hombre, exigiendo al Ayuntamiento de Eivissa medidas inmediatas y urgentes para solventar esta «grave situación».
Además, no sólo los trabajadores padecen este incivismo juvenil, también los propios usuarios: «Estos pelotazos, además de llegar hasta la segunda planta, que es donde están ubicados los dos Juzgados de lo Penal, perturban la intervención jurídica en la sala amable situada en la planta baja del edificio», lamentaron los trabajadores, destacando que estas salas, que tienen un protocolo específico, están habilitadas para víctimas de violencia de género y menores de edad.