La colonia de gatos ubicada en un edificio de la calle Antoni Maria Alcover de Vila podrá mantenerse en este espacio, según explicó el concejal de Protección Animal, Manuel Jiménez. «La alimentadora que gestiona esta colonia», afirmó el edil a Periódico de Ibiza y Formentera , «solicitó poder instalarla en el interior de la comunidad, se aprobó en junta de propietarios y ningún problema». Jiménez, además, indicó que la persona que ha protestado por la presencia de los gatos «es un inquilino en régimen de alquiler» por lo que «no tiene poder de votación ni decisión en las juntas de propietarios».
Jiménez afirmó que «dos de los gatos, que tienen un año y medio, ya están castrados». «Hay otro gato mayor», ha añadido, «que también está castrado, y una hembra que tuvo una camada y que fue castrada hace tres meses». Una situación que, sin embargo, no cuadra con lo denunciado por los vecinos afectados, que, según aseguraron, los gatos se pasan las noches «copulando y maullando como si fueran bebés».
Una denuncia que cayó en saco roto porque, según ha insistido Jiménez, «si la comunidad tiene problemas con esta colonia, lo que tiene que hacer es convocar una junta extraordinaria y decidir si la mantienen o no». En el caso de que la mayoría de los propietarios decidan no mantenerla, ha asegurado el concejal, «el Ayuntamiento buscará una ubicación próxima».
Manuel Jiménez, por otro lado, recordó que el Ayuntamiento de Eivissa es el único de la isla que cuenta con un «sistema de voluntarios y alimentadores, además de las colonias». Un sistema que se complementa con el centro de protección animal. En este sentido, el concejal de Protección Animal recordó que, cuando se detecta una colonia de gatos, «se evalúa la zona, el número de ejemplares existente, se valora la situación y se identifica a posibles colaboradores». Posteriormente, se contacta con entidades colaboradoras de la ciudad para que «se encarguen de la gestión de la colonia y localicen a colaboradores autorizados y responsables».
En esta situación, el Consistorio «informa a los vecinos de las actuaciones que se llevarán a cabo y de los objetivos que se persiguen». Así, las fases del proceso son: acondicionamiento del lugar de ubicación de la colonia, habilitación de las zonas de alimentación y cobijo y captura de los gatos.