La playa de Ses Salines, en Ibiza, contará pronto con una serie de sensores y cámaras para medir su nivel de ocupación en tiempo real en las épocas de mayor afluencia turística. El conocido espacio es uno de los elegidos para formar parte del proyecto piloto de sensorización de espacios naturales del Govern balear. Por el momento, en la mallorquina playa de Es Trenc se han instalado ya cuatro cámaras.
Según explicó ayer Toni Costa, portavoz del Govern balear, mediante sensores se podrá saber tanto la cantidad de coches que hay en un aparcamiento de estas playas como la cantidad de personas que se encuentran en uno de estos espacios. El ibicenco señaló que «ya dijimos que lo primero que necesitábamos para gestionar son datos y, en este sentido, la instalación de estas cámaras y sensores nos permitirá medir el nivel de congestión del espacio natural y de la playa».
La prueba piloto terminará de ponerse en marcha este verano para después extenderse a otras playas de Baleares. «Tenemos que saber a qué horas y en qué espacios se producen los episodios de congestión para tomar las medidas de regulación. Estamos en un proceso de crear grupos de trabajo dentro del pacto social y político por la sostenibilidad de las Baleares y uno de ellos se centra en estudiar los factores que provocan la congestión. Una vez se detecten, tomaremos las diferentes decisiones», señaló la directora general de Medio Natural y Gestión Forestal, Ana Torres.
Entre las posibles medidas a adoptar, Torres señaló que éstas pueden ser muy diversas y pueden ir desde el cobro del estacionamiento al fomento del transporte público o incluso el cierre de espacios que sólo podrán ser visitados previo pago en determinados momentos del año. Cabe recordar que en el caso de Salinas, ya en la actualidad cualquier usuario que acuda a esta playa difícilmente puede estacionar sin pagar por ello.
«El objetivo es que todas las medidas que se implanten, se pacten. Cerrar una playa no es una opción, lo que es una opción es gestionar», reiteró Costa.
El portavoz también consideró que la anterior falta de gestión en relación a muchos espacios naturales de Baleares ha podido derivar en la actual sensación de saturación que los ciudadanos aseguran tener. «Estas cámaras son absolutamente necesarias para poder medir el grado de congestión de las playas», reiteró Costa, asegurando que mediante el proyecto van a poder conseguir una información «totalmente relevante».