Los taxistas de Sant Josep denunciaron este domingo que la ordenanza sobre carga y descarga no se está respetando en el aeropuerto de Ibiza, perteneciente al municipio de esta localidad. «El aeropuerto al ser una parada que salen continuamente clientes, los taxis de otros municipios acuden al aeropuerto desde distancias considerables, teniendo sus zonas desatendidas», manifestaron en una carta.
Y es que aunque afirman que hay algunos que lo hacen bien, la mayoría se cuelan. Según explica una taxista de este municipio, la orden consiste en que si no hay servicio y no hay taxis del municipio, los demás se pueden quedar a trabajar, pero en el caso de que los josepins estén deben marcharse. «Si no se van, se tapona todo», asevera la trabajadora.
Kevin, un compañero de esta taxista, manifiesta que este colapso pasa diariamente y que están «cansados» de que no se ponga una solución ante esta solución. Según el trabajador, en muchas ocasiones se abastece el servicio con los taxistas del municipio, pero los demás no deberían estar mientras ellos puedan cubrir la demanda.
Servicio cubierto
«Nosotros tenemos prácticamente ya cubiertas todas las paradas, lo que hay gente que viene a meterse», puntualiza. Bajo su criterio, deberían poner a un controlador que indique a los taxistas de fuera de Sant Josep si se pueden quedar o no para cargar.
En la misma tónica, la taxista mencionada anteriormente, también destaca que aunque hay una persona del Consell de Ibiza que se encarga de gestionar si se pueden quedar o no, que se necesita alguien que esté presente durante más tiempo.
«Este es el principal motivo por el que hay disputas entre taxistas de los diferentes municipio», remarcan en el comunicado al que ha tenido acceso Periódico de Ibiza y Formentera.
Cabe destacar, que a pesar de la denuncia de que no se respeta este orden en es Codolar, taxistas de otros municipios apuntan que estos mismo no respetan el orden en sus paradas.
Asimismo, el colapso que se genera con otros taxistas que no son de Sant Josep viene dado por la concentración de vehículos en el carril de salida, por donde no circulan únicamente taxis, sino que tienen que pasar las VTC, los autobuses y otros servicios de transporte legal.
Buitres, auténticos carroñeros al volante, alimentados por los ayuntamientos, trabajadores sin ley, con nóminas bajas y mucho dinero negro, el ansia su bandera, el euro su credo y religión, protegidos por la dirección del aeropuerto y por los ángeles guardianes de la ley. Tienen el poder que les han dado y lo ejercen desde su más absoluta impunidad.