Joana vive en la Vía Romana de Vila, justo en el portal frente al que ayer se quemaron dos contenedores, y aseguró que este lunes había sido su día de suerte. El Parque de Bomberos recibió el aviso a las 6:37 horas, desplazándose hasta el lugar tres efectivos, un cabo y una autobomba.
En el suceso, dos vehículos resultaron afectados, así como la fachada del edificio en el que reside Joana en cuya puerta de entrada podían observarse ayer algunas cristaleras rotas debido a las elevadas temperaturas.
«Las ruedas de los coches explotaban como globos», señaló Joana. Esta vecina explicó que ella siempre se levanta muy temprano, aunque en esta ocasión fue un familiar quien le alertó sobre el incendio. Con su teléfono móvil, la mujer mostraba ayer cómo se vivió el incendio desde la habitación de su hijo, una estancia que justo da a la Vía Romana. Todavía impresionada, recordó además cómo ellos tienen bombonas de butano en la terraza de la casa y cómo en el edificio habitan niños pequeños e incluso bebés.
Otro dato llamativo es que, según manifestó, no es la primera vez que estos contenedores son pasto de las llamas. «Por lo menos es la tercera vez en un año que se queman», comentó Joana, quien aseguró desconocer qué puede causar estos peligrosos incendios o si son provocados.
Lo cierto es que en la Vía Romana de Ibiza, la mayoría de locales permanecían ayer cerrados a media tarde y eran muy pocos los ciudadanos que transitaban por la zona. Algunos de los comercios más cercanos a los contenedores deberán repintar las vallas, así como limpiar los restos del material utilizado para sofocar las llamas. Los vecinos, además, durante estos días soportarán un fuerte olor a quemado. A última hora de la tarde, los contenedores todavía permanecían en el lugar.
El incendio tuvo lugar frente a la sede de la Federación Socialista de Ibiza.