Los elevados precios tanto de establecimientos hoteleros de Ibiza como de la oferta complementaria han estado en la palestra durante todo el verano, principalmente debido a la difusión de numerosos vídeos de turistas que comentaban lo que les había costado una consumición o cualquier producto en la isla.
Aunque puede suponer una negativa promoción para Ibiza, el Consell Insular consideró ayer que la repercusión que pueden tener estos vídeos en los mercados emisores no se nota después en las reservas. A modo de ejemplo, desde la institución recordaron que el pasado año se lanzaron una serie de grabaciones en Reino Unido alertando falsamente de que en Ibiza existían graves problemas de salud pública. Sin embargo, se batieron todos los récords de pasajeros procedentes de ese país.
«Por lo tanto, no creemos que esos vídeos influyan mucho en las decisiones que toman los visitantes con respecto a Ibiza. Las redes están llenas, al igual que en relación a cualquier otro destino del mundo, y los viajeros ya saben cómo elegir sus vacaciones y no lo hacen por estas publicaciones», concluyeron.
Desde la CAEB, el vicepresidente en Ibiza y Formentera, José Antonio Roselló, se refirió a los elevados precios que pueden registrarse en determinados negocios de las islas y consideró que, en estos últimos años, en Ibiza se han producido acusadas subidas que han venido acompañadas de una respuesta favorable de la demanda por toda una serie de razones. Entre ellas, que los hoteles y demás actividades turísticas han dado un salto de calidad que ha sido muy bien acogido por el mercado.
«Los límites de una política al alza de precios son diferentes dependiendo de cada empresa, pero también la oferta y la demanda tienen sus límites y en la actualidad ya se otean en el horizonte. No son, por tanto, extraños los reportajes y los primeros impactos en dicha demanda. Está en el ADN de cada empresa saber hasta dónde puede llegar y ser capaz o no de hacer los ajustes que le exija el mercado», manifestó Roselló.
El vicepresidente quiso referirse también a otros comentados vídeos de turistas durmiendo en hamacas y alimentándose de latas durante su estancia en la isla. En principio, según afirmó, no cree que el modelo esté muy extendido, aunque «no debemos confundir la categoría con la anécdota». «No es el turismo más deseable, sin perjuicio de que quien adopte un buen comportamiento y respete las islas siempre ha sido bienvenido. Lo que sucede es que para el prestigio del destino y para la garantía de la generación de empleo, es la hotelería normal, la clásica, y todas las actividades complementarias, las que se deben cuidar, fomentar y salvaguardar», declaró Roselló.
También se pronunciaron al respecto desde la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera (FEHIF) señalando que «los altos precios siempre seleccionan» puesto que hay clientes dispuestos a pagar más y cada empresa fija sus precios según su voluntad. «Ibiza no es barata y es algo que sabe todo el mundo. Cada uno lo ve de una forma», insistieron.
Sobre el turista ‘comelatas’,el joven que en cuatro días gastó 300 euros durmiendo en la naturaleza y comiendo latas de supermercado, afirmaron que es algo «anecdótico».