Al igual que denunciaron los malos olores que provoca la nueva depuradora, asociaciones vecinales de Sant Rafel, Es Fornàs, Puig den Planells, Can Nebot y Can Llaudis, expresaron este jueves su «profunda preocupación» por la instalación de una planta asfáltica muy cerca de sus viviendas. Supuestamente, esta instalación funcionará de forma temporal entre el 1 de octubre y el 15 de diciembre, encontrándose ahora en fase de pruebas que ya se están llevando a cabo «sin notificación oficial alguna por parte de las autoridades, generando un gran ruido y un profundo malestar entre los residentes quienes temen por las graves consecuencias que el funcionamiento de esta planta pueda tener en la salud pública y el entorno natural», señalaron ayer.
De nuevo unidos para exigir soluciones, los vecinos reconocieron temer cómo puede afectar esta instalación a su salud, puesto que estos elementos emiten contaminantes peligrosos como partículas finas y compuestos orgánicos volátiles, estrechamente relacionados con problemas respiratorios y cardiovasculares.
Al encontrarse esta planta a menos de 200 metros de algunas viviendas, podría poner en riesgo especialmente a niños, ancianos y personas enfermas.
En cuanto a la contaminación ambiental, los vecinos alertaron sobre los problemas que la instalación puede suponer para el suelo y el agua de la zona, llegando a contaminar acuíferos. «Una mala gestión de los residuos causará graves daños al ecosistema local», insistieron.
Contaminación acústica
Problemas de contaminación acústica y fuertes olores son otras quejas de estos ciudadanos, que aseguraron que el significativo aumento del ruido puede apreciarse desde el inicio de la fase de pruebas, alterando la tranquilidad de la zona y reduciendo la calidad de vida de los residentes.
Éstos lamentaron que el pasado mayo, sin haber recibido ninguna comunicación oficial por parte de las autoridades sobre los movimientos de tierra y el acopio de materiales, ya expresaron su preocupación solicitando una reunión en el Consell que tuvo lugar a finales de junio. Las asociaciones reclamaron entonces que se les tuviera en cuenta y se les mantuviera informadas como parte interesada en el procedimiento, recibiendo además copias de los permisos, del estudio de impacto ambiental o del número de expediente que autoriza la obra. A día de hoy, según denunciaron ayer, no han recibido ninguna contestación ni más información al respecto, aunque la planta asfáltica está ya funcionando de forma intermitente.
«Esta falta de información genera gran incertidumbre y un profundo malestar», manifestaron representantes de estas asociaciones.
Los vecinos reclamaron también a las instituciones que estudiaran alternativas para la ubicación de la planta asfáltica, eligiendo zonas menos pobladas como polígonos industriales, reduciendo así los riesgos para la salud y el medio ambiente.
Los residentes lamentaron que Sant Rafel es ahora mismo «el vertedero del municipio de Sant Antoni» porque además los vecinos deben convivir con toneladas de restos de poda acumulados procedentes de la planta de biomasa, con los problemas que ello provoca. A todo esto, hay que sumar el mal olor de la nueva depuradora, según recordaron también.