La plataforma Canviem el Rumb ha reclamado este viernes mediante un comunicado a las administraciones de Ibiza que sigan el ejemplo de Nueva York y que exijan que para realizar el alquiler turístico de una casa o un piso, los propietarios tengan que convivir con los clientes a los que les alquilan.
La entidad también han puesto como ejemplo que la ciudad de los rascacielos «ha prohibido la plataforma Airbnb», en referencia a la prohibición del modelo de alquiler de estancias menores a 30 días, lo que ha provocado que «muchas segundas y terceras» casas y pisos hayan salido del mercado turístico, «aligerando la presión turística e incorporando viviendas al mercado de alquiler convencional».
Para Canviem el Rumb, el problema de la falta de vivienda en Ibiza necesita «más hechos y menos buenas palabras», a la vez que ha considerado que «hace falta una voluntad real y honesta de arreglar la situación».
«Con sencillos instrumentos al alcance de ayuntamientos y Consell como un decreto u ordenanza, se podría hacer un salto cualitativo rápido y efectivo», ha destacado en su comunicado, en el también ha recordado que la relación entre la oferta turística «legal e ilegal» y el coste de la vivienda es «directa e indiscutible».
La plataforma ha cuestionado el anuncio del presidente Vicent Marí que «promete» alcanzar «un gran pacto social» que velará porque los beneficios del turismo reviertan en el «bienestar de los residentes», consiguiendo que el «crecimiento económico no sea sinónimo de precarización».
Según han indicado, los datos «muestran claramente» que el crecimiento turístico y poblacional durante los últimos años ha provocado una «situación totalmente contraria» dado que «más crecimiento turístico ha resultado en menos bienestar, y más degradación ambiental y social».
También les «golpea» leer que hay viviendas fuera de ordenación en suelo rústico «que tienen autorización como alojamiento turístico», a la vez que han mostrado su indignación porque la amnistía urbanística del Govern «premiará» con una regulación a estos propietarios.
En este punto, han cuestionado que estas viviendas podrán «continuar como alojamiento vacacional», en una «contradicción clara» con las «supuestas intenciones» anunciadas por el Govern y del Consell de Ibiza «de rebajar la masificación y resolver la crisis de vivienda».