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Temporada turística atípica en Ibiza: comerciantes de Santa Eulària zozobran, pero resisten

La caída ha sido más notable enla zona de Es Canar que en el centro del municipio

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La avenida de es Canar es la gran vía del pueblo al que da nombre: comunica la zona más enfocada al ocio y restauración de uno de los epicentros turísticos de la isla con la playa de la localidad. Es todavía verano, y uno podría pensar que, a media mañana, debería estar prácticamente abarrotada. La realidad, en cambio, es muy distinta. Sí que hay cierto trasiego de gente, especialmente como no puede ser de otra manera en una zona como esta, de turistas. Sin embargo lejos de una gran afluencia de gente. No es una mera percepción, si no que concuerda con los datos.

Según los últimos datos de ocupación hotelera de la patronal Fehif correspondientes al mes de agosto, el municipio de Santa Eulària, tradicionalmente enfocado al turismo más familiar, ha caído hasta en un 8% su ocupación hotelera durante el mes de agosto respecto a los datos registrados durante el 2023, marcando los peores datos de la isla al respecto. Esto se hace especialmente notable en ciertos puntos más enfocados al turismo, como puede ser el propio es Canar.

Uno de los lugares más populares de la zona es el restaurante Marvent, precisamente en esta avenida de es Canar. Ahí tanto los trabajadores como su propietaria, Patricia, coinciden a la hora de analizar la temporada como mala. Valoran que los primeros meses de la temporada sí que fueron buenos y lograron cumplir las expectativas que se tenían, pero con el paso de los meses, y la llegada de julio y agosto, los supuestos momentos estrella de la temporada, llegó la decepción, ya que durante este tiempo no se hizo el volumen de facturación que cabría esperar.
Ahora, ya en septiembre, la tendencia sigue a la baja. «Años anteriores teníamos que estar doblando mesas en dos turnos porque estábamos llenos a todas horas. Ahora eso no pasa», comenta Patricia, mientras señala una terraza en la que, efectivamente, hay bastantes huecos disponibles. Estos vacíos se notan, como no puede ser de otra manera, en la facturación, que puede haber bajado «hasta en un 30%», comenta la dueña. «Y eso que nos salvamos porque hay mucho cliente local», añade.

Unos metros más arriba en la misma avenida de es Canar, justo en frente de donde se instala la feria, se encuentra una de las típicas tiendas de souvernirs. El encargado del lugar, un joven argentino, coincide exactamente en el análisis: «La temporada arrancó bastante bien, con abril y mayo. En junio ya se empezó a torcer y julio y agosto ya fueron malos». Esto supone una «caída libre» como él mismo califica en la cual coinciden la mayoría de los comercios de la zona. Además, añade que tiene un puesto en el mercadillo hippy de Punta Arabí y que, con la caída de las ventas, y teniendo en cuenta los gastos derivados, casi ni sale rentable el seguir yendo.

Sin embargo, a escasos metros, encontramos una tienda de características muy similarest. En este lugar, tanto su encargada como su empleada consideran que la facturación oscila en niveles muy similares a los del año pasado, pese a que se haya reducido un poco la afluencia de gente respecto a la pasada temporada. Sin embargo, este parecer es el minoritario en una zona en la cual la mayoría de comerciantes lamentan la caída del sector turístico.

Santa Eulària

El pleno centro del municipio, en la calle San Jaume, su arteria principal, también hay una serie de negocios enfocados al sector turístico que han vivido un receso en su facturación. Sin embargo, en esta zona hay más confrontación de opiniones entre quien obtiene una valoración positiva del devenir de la temporada respecto a los que arrojan unos peores resultados.

Perfil más de ocio

Virginia, propietaria de una de las tiendas de la zona, en este caso de ropa de mujer, sí que ha notado cierta caída del negocio durante los meses de julio y agosto respecto a otros años. Lo relaciona con el perfil de gente que viene durante esos meses, ya que se trata de un perfil «más de ocio y discoteca», cuando en Santa Eulària todavía se enfoca un poco más «en el turismo familiar». Sin embargo, no obvia esta posible tendencia de tener que convivir con una menor facturación en los meses que siempre han supuesto el grueso de facturación para los comercios de la isla.
Sin embargo, y apenas unos metros de distancia, otra tienda, no ha notado ningún tipo de bajada en cuanto a volumen de facturación se refiere. Su propietaria indica que, incluso, se ha facturado más que el año pasado, así que ella personalmente no ha notado esa bajada en la ocupación hotelera. Tampoco lo ha hecho en el puestecito de Las Dalias del cual es propietaria.
Una opinión muy diferente tiene Aarón, propietario de una tienda de souvenirs, quien asegura que se ha reducido mucho el consumo durante el año: «los precios han subido mucho, los hoteles de tres estrellas cuestan como los de cinco, y los de cinco están directamente impagables. Y eso hace que los turistas tengan menos dinero para gastar en comida o souvenirs», asegura. Hablando en cifras, cuenta que la facturación en su tienda puede haberse reducido en un hasta 25% respecto a lo logrado el pasado año.

En la misma calle Sant Jaume hay otro establecimiento, una suerte de «tienda para todo» en el cual también han notado un pequeño retroceso en la facturación, pero no «especialmente relevante». Del mismo modo se expresan en el bar Royalti, al final de esa misma calle, ya en el cruce con Plaça Espanya, donde aseguran que los meses de julio y agosto «sí que han sido algo decepcionantes».

Con ello, se puede concluir que la bajada de ocupación hotelera sí se ha trasladado al devenir muchos de los comercios del municipio de Santa Eulària, pero que la zona concreta y el perfil de cliente al cual se destinan ha hecho que estaba bajada sea más notable o prácticamente imperceptible.

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