La Policía Local de Sant Josep informó a Periódico de Ibiza y Formentera de que Cala de Bou es la zona de Sant Josep con más casos de violencia de género durante la temporada turística. «En Cala de Bou se registran muchos problemas relacionados con la violencia de género», destacaron los agentes, resaltando que la mayoría de las personas que ejercen este tipo de violencia sobre las mujeres son de nacionalidad inglesa.
Además, también indicaron que este tipo de agresión procede especialmente de los turistas alojados en esta zona de Sant Josep, y no de los residentes británicos que alberga este pequeño pueblo del municipio. En este sentido, señalaron que estos avisos se han enfocado en discusiones de pareja que «han culminado con bofetones en espacios de ocio». «Cuando estos comportamientos los advierte un trabajador del ocio, nos avisa porque la tolerancia es cero en este tema», apuntaron. En esta línea, explicaron que cuando reciben estos avisos se desplazan hasta Cala de Bou para atender esta situación de violencia doméstica, pero informaron de que lamentablemente las mujeres de nacionalidad británica optan por no denunciar a su pareja. «Ante una situación así, esta persona se vendría detenida, pero sus parejas no quieren denunciar y al final lo único que conseguimos es llegar a un desacuerdo con ambas partes», lamentaron.
Por otra parte, afirmaron que, en relación a los locales conflictivos, en Cala de Bou no se suelen registrar avisos en este sentido porque el ocio más conflictivo en Sant Josep está en la zona de Platja d’en Bossa.
También destacaron la falta de recursos durante la temporada turística. «Somos un pueblo con problemas de ciudad. Con los recursos que tenemos lo cubrimos todo: desde accidentes de tráfico, controles de alcoholemia y drogas, seguridad ciudadana…», destacaron e indicaron que dentro de la Policía Local de Sant Josep está la Unidad de Atestados y la Unidad de Refuerzo y Seguridad Ciudadana.
«Desde las 7.00 horas de la mañana hasta las 3.00 horas hay patrullas tanto en Platja d’en Bossa como en Cala de Bou. Al final hay mucha gente de esta segunda zona que se va de fiesta al West End de Sant Antoni», explicaron. Al preguntarles por las agresiones sexuales con sospecha de sumisión química, informaron de que esta práctica ya no existe, pero indicaron que hace un par de años fue una «auténtica psicosis» en la isla.
«De 50 denuncias por sumisión química, no se demostró ninguna», precisaron a la altura de Platja d’en Bossa donde dispersaron a varios grupos de inmigrantes de nacionalidad africana que estaban en la zona. «Estas personas han venido en avión, no en patera, y viven hacinados en pisos compartidos. Los primeros que llegaron a la isla empezaron vendiendo productos y después empezaron a vender drogas y se produjo el efecto llamada porque ganan mucho dinero. Los inmigrantes humildes que proceden de África profunda son campesinos que aquí en Ibiza venden pareos», apuntaron, resaltando que estas personas están muy organizadas.
Al respecto, informaron de que este verano han detenido a 30 personas, pese a que hay algunos que se enfrentan a los agentes. «En un pase de droga pueden intervenir entre tres y cuatro personas, pero no deja de ser menudeo. Todo funcionaría mejor con más vigilancia y presencia policial todo el día; entre 10 o 15 personas todas las noches», indicaron los agentes, reclamado más recursos policiales.