Sergi Miñana, cabo de los bomberos de Ibiza, lleva en la zona afectada por la DANA desde el domingo y asegura que todo lo que han podido ver hasta ahora «es terrible», aunque celebra que desde el primer minuto los efectivos del contingente balear han podido desarrollar su labor.
«La situación es terrible y es muy difícil coordinar y conseguir que se vean resultados inmediatos por la gran extensión de superficie afectada», lamenta.
Con turnos diarios de 12 horas, cinco bomberos de Ibiza forman parte de la dotación enviada desde Baleares para colaborar en diferentes labores centradas principalmente en ayudar a la población. «Han venido también de Formentera. Parte de la plantilla de bomberos y algunos amigos pusieron dinero para hacer una gran compra, por lo que el primer día realizamos el reparto de material y ahora nos centramos en trabajos de achique de agua y búsqueda de desaparecidos», relata Miñana desde Sedaví, uno de los pueblos más perjudicados por la DANA.
Revisar centros comerciales y garajes, así como túneles subterráneos, son otras de las acciones que durante su estancia llevarán a cabo los bomberos de Ibiza. «Nos exigimos mucho a nosotros mismos. Utilizamos todos los recursos con esa mentalidad que tenemos de intentar ayudar lo máximo posible. Lo que nos podemos encontrar en un túnel o un garaje nos puede afectar psicológicamente, pero nos gratificará si podemos ayudar a las familias de alguna manera», comenta.
El contingente balear permanecerá varias semanas en la zona, mientras que los cinco efectivos de Ibiza serán relevados por otros compañeros este jueves.
Miñana asegura que, a pesar de la indignación ciudadana por la mala gestión de los hechos, los vecinos les han recibido bien e incluso intentan que estos efectivos se sientan lo mejor posible a pesar de las circunstancias.
Este cabo de bomberos considera que viajar a la zona para colaborar en las labores de limpieza, si no se hace de manera coordinada, puede ser ahora mismo hasta contraproducente. Por tanto, aconseja que los voluntarios que puedan acudir al lugar estén organizados y supervisados.
«Ahora lo que más puede necesitarse es maquinaria pesada», reitera Miñana, quien asegura entender la indignación de todos los afectados ante la lentitud de las administraciones responsables a la hora de actuar.
Valenciano de origen, el jefe de los bomberos concluye manifestando que «sólo nos queda tirar hacia adelante, aunque cuando la catástrofe sucede en tu tierra, supone un extra de dureza».