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Una asociación pide que el horario de las discotecas de Ibiza sea de 22.00 horas a 06.00 horas y el ocio diurno cierre a las 20.00 horas

Un grupo de turistas en el aeropuerto de Ibiza.

| Ibiza |

La Asociación Empresarial de Ocio Nocturno – Noches de Ibiza (AEON) celebró este jueves por la mañana su asamblea general en el hotel Portmany de Sant Antoni. Los socios de este colectivo aprobaron solicitar a las administraciones competentes «el establecimiento de un nuevo marco horario para las discotecas y que se regule además la oferta de ocio diurno que llevan a cabo hoteles, restaurantes y otros establecimientos como actividad complementaria», según destacaron. En este sentido, según explicaron, en la actualidad el horario vigente de las discotecas es de 16.00 horas a 06.00 horas, mientras que las actividades complementarias de ocio diurno aseguran que «no están reguladas en horarios, aforos, etcétera, pese a ser una competencia del Consell d’Eivissa».

El colectivo Noches de Ibiza, en consecuencia, demanda «que se efectúe dicha regulación y que los horarios de las discotecas queden definidos de 22.00 horas a 06.00 horas, mientras que el horario de actividades del ocio diurno concluya a las 20.00 horas de forma que quede una franja de dos horas que rompa con la actual coyuntura de ocio ininterrumpido, que genera graves problemas de saturación en la isla», según destacaron y añadieron que, con este horario, «se beneficia al comercio, a la restauración y a otros sectores de la economía turística».

Los socios de Noches de Ibiza explican que se adhieren también al Pacto Social y Político para la Sostenibilidad de les Iles Baleares, impulsado por el Govern balear y con la participación del Consell d’Eivissa. «Dicho pacto prioriza los segmentos de la demanda y la oferta turística basados en la calidad y rentabilidad social del turismo, de manera que la ciudadanía se beneficie del éxito que éste proporciona a la isla». Sin embargo, esta asociación considera que la «masificación y saturación existentes han creado una disgregación y descomposición del tejido turístico, a la vez que una dislocación medioambiental». Según concluyen, esto guarda «relación directa» con la oferta de ocio diurno.

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