Las plantillas de funcionarios de la Agencia Tributaria en Ibiza tampoco están completas, con plazas vacantes que pueden suponer el 20% del total. Se trata de un servicio estatal más que sufre las consecuencias directas del elevado coste de la vida en la isla, con un plus de insularidad insuficiente para acabar con esta situación.
Luis Tato, portavoz en Baleares de Gestha (Sindicato de Técnicos de Hacienda), reconoció que, sin duda, en las islas las plantillas de Hacienda son de difícil cobertura, con una elevada rotación de funcionarios que en cuanto pueden se marchan a otros destinos. «Baleares es una zona con mucho dinamismo económico y genera muchos puestos de trabajo, pero en otros sectores como es la empresa privada y no tanto en oposiciones. Las plantillas de la Agencia Tributaria, por tanto, se suelen cubrir con funcionarios de fuera. Como en otras administraciones esto provoca que los profesionales desplazados se encuentren con zonas muy tensionadas, lo que dificulta que quieran trabajar en las islas de manera voluntaria», relató el portavoz.
En el caso concreto de Ibiza, la falta de funcionarios genera estrés al resto, teniendo en cuenta que hay unos objetivos y campañas que cumplir. «Hay una sobrecarga de trabajo para los funcionarios. El problema se agrava por la alta rotación del personal puesto que las condiciones de vida en Ibiza son poco atractivas», insistió.
Tato criticó que el suplemento que perciben por residencia no se ha tocado desde el año 2006, «a pesar de que han cambiado mucho las condiciones de vida y para nada se compensa el exceso de gastos o el nivel económico comparado con otras zonas de la península». Dicho plus ronda en la actualidad los 80 euros, la mitad de lo que perciben los funcionarios de Canarias, aunque allí el coste de la vida es mucho más bajo.
Para solucionar esta realidad, el portavoz recordó que, junto a otros sindicatos, llevan años reclamando al Gobierno una actualización de la indemnización por residencia. «En cuanto los funcionarios desplazados se ponen a buscar vivienda en Baleares, se asustan porque hay poca oferta y, la que hay, es carísima. A todo ello hay que sumar el elevado coste de todo», lamentó.
En este sentido, los funcionarios lamentaron lo «poco sensible» que es el Gobierno central a la hora de atender sus demandas. En relación al Govern balear, resaltaron «cierta sensibilidad»al haber aprobado una deducción fiscal para estos trabajadores, aunque por el momento no alcanza a todos los empleados de la Agencia Tributaria.
Para solventar la situación, desde el sindicato afirmaron que la alta rotación de los funcionarios podría cubrirse con teletrabajo y con la publicación de plazas vacantes, mejorando las condiciones retributivas para retener a estos trabajadores en las islas.
Más reclamaciones
El sindicato Gestha lleva realizando protestas por esta situación en toda Baleares desde principios de año. En este sentido piden, además de la actualización del plus de residencia, una solución a la paralización de su carrera profesional, la crisis de movilidad y la mala gestión de recursos humanos de esta Administración. Además de la paralización de la carrera profesional que afecta a todo el personal de la AEAT desde hace casi tres lustros (salvo unas medidas extraordinarias aprobadas en 2018 para evitar el colapso de la organización), Gestha llama la atención sobre varios problemas históricos que atañen específicamente a los técnicos. Así, los técnicos han denunciado el incumplimiento durante más de 17 años de la Disposición Adicional Cuarta de la Ley Antifraude de 2006, que obliga a la Administración a adecuar sus puestos de trabajo según la complejidad, dificultad y responsabilidad de sus tareas. Además, los técnicos han alertado sobre su defectuoso encaje en la organización, pues perteneciendo al grupo A y compartiendo funciones, responsabilidades y régimen de incompatibilidades con los inspectores, sus complementos específicos (el componente salarial que retribuye la especial dificultad técnica, responsabilidad o incompatibilidad) están solapados con los de los agentes tributarios (grupo C) y muy alejados del de los inspectores. Lo mismo ocurre con las productividades (el componente salarial que debería retribuir el especial rendimiento, actividad, interés o iniciativa), que se concentran de forma desequilibrada en los inspectores sin tener en cuenta, según Gestha, la efectiva aportación de los técnicos a la consecución de los objetivos de la Agencia Tributaria.
Otro problema es la difícil movilidad geográfica de los técnicos, que contrasta con la facilidad de movimiento en otros cuerpos funcionariales de la Agencia Tributaria. En este sentido, Gestha recuerda que unos 1.200 técnicos quieren trasladarse a la provincia donde tienen sus relaciones familiares y afectivas, y en la última convocatoria de movilidad, el 87% de los participantes no consiguieron acceder al destino solicitado como primera opción. Otra cuestión, según los técnicos es la falta de avances en los compromisos para fomentar la promoción interna y racionalizar los procesos selectivos a los Cuerpos Superiores. En concreto, el sindicato ha señalado que la promoción interna al Cuerpo de Inspectores no valora a quien forma parte de la organización desde hace años, sus conocimientos técnicos y experiencia. «Por el contrario, quienes aprueban son funcionarios noveles, que ya venían preparando la oposición al Cuerpo Superior antes de su reciente incorporación a la Administración», afirman.