Subiendo por las escaleras hasta su casa, el hedor que despide el patio del vecino obliga a Marcos a taparse la nariz para seguir adelante. Sin embargo, eso no es lo que más le preocupa de la situación sino que los perros de esa casa, tres de ellos de raza grande, utilizan los restos de basura y residuos de la casa como rampa para saltar fuera de la vivienda, provocando miedo entre los vecinos. Marcos teme especialmente por su hijo, de nueve años.
Marcos le ha repetido en numerosas ocasiones a su vecino problemático que esos perros no pueden campar a sus anchas ante lo cual parece hacer oídos sordos. «Tiene dos pastores alemanes, un perro mestizo, de presa podríamos decir, y uno más pequeñito», explica, sobre la tipología de los perros que, en ocasiones, se encuentran frente a la puerta de su casa o, incluso, encima de sus propios vehículos.
Y como él, son varios de los vecinos que muestran a Periódico de Ibiza y Formentera durante su visita a la zona su preocupación por la situación. Por ejemplo, Laura, vecina de la zona de ses Païsses que, la última vez que pasó por delante de la casa con sus hijos decidió que esa era la última vez que lo hacía ya que los perros «podían saltar en cualquier momento y eso supone un peligro para mis hijos». E igual que ella, muchos otros vecinos han tomado esa decisión ante ese potencial peligro.
La situación no es nueva, explica Marcos, ya que «hace seis o siete años que tengo esta discusión con él. Ha tenido perros y no se ha molestado nunca en cuidarlos. He llamado a Policía Local, Guardia Civil, Can Dog... pero me dicen que mis vídeos no sirven como prueba, que tienen que pillarlos ellos in situ y eso nos hace sentir indefensos», razón por la cual, desesperado, alertó a este rotativo sobre lo que lleva años aguantando con este vecino.
La suciedad extrema, sin embargo, sí que es algo más reciente. «Siempre había acumulado cosas pero, desde hace tres o cuatro años que la situación se ha ido de las manos». Además, como cada vez se acumula más residuos, estos sirven a los perros para escaparse con total facilidad de la vivienda y pasear libremente por el barrio, sin ningún tipo de bozal. En cuanto a los olores, la casa de Marcos está ligeramente alejada de ese patio pero para los vecinos que sitúan justo al lado o encima la situación es todavía peor «y aún más en verano», añade Marcos.
Por parte del Ayuntamiento de Sant Antoni, aseguran que «el departamento de Medio Ambiente ya ha actuado en este caso. Llegó una denuncia que se tramitó a finales de 2024 y se procedió a inspeccionar tanto por parte de Medio Ambiente como de Policía Local y se comprobó que los perros estaban en buen estado, estaban censados y que ninguno era de raza potencialmente peligrosa. En cuanto a residuos, se recibió la denuncia hace unas semanas, se ha inspeccionado y se está tramitando el expediente e informe correspondiente a espera de resolución».
Un misto !!!