Atribuyen a Séneca la sentencia: «la justicia lenta no es justicia». Entre 6 meses y 2 años y cinco meses de prisión. Son las penas aceptadas por los 6 miembros de la banda que en 2015 ejecutó una cadena de sonados golpes en joyerías y cafeterías de Ibiza, Formentera y Mallorca, robos que les reportaron un botín cercano al millón de euros. El grupo estaba integrado, entre otros, por los hermanos Cazorla. Los seis se sentaron el miércoles en la banqueta de la Audiencia Provincial. La devolución de parte del botín y la dilación del proceso -10 años- desembocaron en esa conformidad. La justicia lenta no es justicia.
Trepador. De fechoría en fechoría hasta dar con sus huesos en Can Reixes. La Policía Nacional ha echado el guante a un reincidente que en cuestión de días había asaltado 4 domicilios de Vila. Accedía trepando por las fachadas y no le importaba que los moradores estuviesen en casa. En uno de los golpes sufrió una herida. Los restos de sangre y otras pruebas desembocaron en la identificación del ladrón.
Navajero. «Dame el dinero o te mato». Fue la amenaza que lanzó a su víctima un navajero que asestó hasta tres pinchazos a un hombre al que abordó de madrugada en Vila. La víctima le venía huyendo y acabó herida. La Policía Nacional realizó una batida por la zona y localizó al sospechoso: un argelino de 46 años detenido por un robo con violencia. La navaja tenía una hoja de 10 centímetros.
Narcomaletas. El juez de guardia de Ibiza envió a prisión a un joven que fue atrapado en el aeropuerto de es Codolar con dos maletas que escondían 50 kilos de droga: 163.000 pastillas de éxtasis. Algunas llevaban la inscripción 2CB. El incauto aterrizó en un vuelo procedente de los Países Bajos.
Fuera de mercado. También acabó entre rejas un camello que fue cazado por una patrulla de la Guardia Civil cuando se disponía a hacer negocio en Platja d’en Bossa. El joven de 26 años trató de huir y se revolvió contra los agentes que le intervinieron una bolsa que escondía cerca de un millar de pastillas de MDMA.
Serie. Nonnas (2025), de Stephen Chbosky.
La justicia es lenta no solo por la falta de trabajadores sino más bien con el nivel de algunos letrados y jueces que desorganizan y desestabilizan plantillas y juzgados. En Ibiza pasa en muchos juzgados