La comunidad educativa de las enseñanzas artísticas de Ibiza y Formentera alzaron la voz tras el anuncio de la Conselleria balear de Educación de imponer una jornada presencial de cinco días semanales para todo el profesorado de los conservatorios y centros integrados, una medida que afectaría a quienes trabajan a media jornada. La decisión ha generado un profundo malestar entre los docentes, que advierten del impacto negativo que esta imposición tendría sobre la calidad de la enseñanza, el bienestar del alumnado y la sostenibilidad de los propios estudios artísticos en las Islas.
En este sentido, desde el Conservatorio Profesional de Música de Eivissa y Formentera abordaron cómo las particularidades del funcionamiento de los estudios de régimen especial (doble turno de mañana y tarde, actividad artística, trabajo los fines de semana o compactación de los horarios del alumnado) permitía desarrollar jornadas de cuatro días semanales haciendo el mismo número de horas que en los institutos de Secundaria. «En la práctica, esto suponía además una facilidad para la cobertura de vacantes en Ibiza y Formentera, donde la mayoría del profesorado viene a trabajar desde la Península o desde otra isla. Nosotros, como colectivo mayoritario del claustro de profesores, ya hemos dirigido un escrito dirigido a la Conselleria argumentando los inconvenientes que supondría la aplicación de esta medida», subrayaron.
La intención de la Conselleria ha reactivado la movilización de los profesionales del sector y del Sindicato Independiente, Autónomo y Unitario (SIAU), que ya el pasado curso logró frenar una propuesta idéntica gracias a la presión pública y el rechazo mayoritario de la comunidad educativa.
«Fracaso»
Ahora, denuncian, se pretende imponer de nuevo «una medida que ya fracasó», sin diálogo y sin tener en cuenta las particularidades del sistema educativo artístico. Desde SIAU aseguran que no existe ningún argumento educativo que respalde esta decisión.
Al contrario, afirman que el modelo actual de jornada compactada en cuatro días permite al alumnado concentrar sus clases, optimizar su tiempo de estudio, ensayo y descanso, y respetar la intensa agenda de actividades extracurriculares que caracteriza a los estudios musicales y escénicos: conciertos, audiciones, ensayos, talleres y participación en eventos culturales.
«Estamos hablando de un tipo de enseñanza que no se ajusta a los horarios convencionales de la educación obligatoria. Forzar una jornada de cinco días lectivos presenciales, ignorando que muchas actividades se desarrollan fuera de ese marco, es una doble jornada encubierta que afectará gravemente tanto al profesorado como al alumnado», denuncian desde SIAU.