La lagartija de Urgull, una subespecie única y protegida que solo habita en las faldas del monte Urgull y la isla Santa Clara, continúa bajo una grave amenaza. Desde hace varios años, la presencia de una especie invasora, la lagartija de las Pitiusas (Podarcis pityusensis), ha encendido todas las alarmas entre quienes vigilan la biodiversidad del litoral donostiarra.
La lagartija de Urgull y Santa Clara (Podarcis liolepis sebastiani) es una subespecie que no se encuentra en ningún otro lugar del mundo y los expertos la definen como la «joya donostiarra». Su aislamiento natural durante generaciones le ha permitido desarrollar características únicas, como un mayor tamaño, una larga cola y un patrón de manchas especial. Sin embargo, la llegada de la especie ibicenca, más competitiva y agresiva, está poniendo en riesgo su supervivencia.
Pese a los años transcurridos desde su detección, la amenaza sigue presente y sin una solución definitiva. La lagartija de Urgull sigue luchando por sobrevivir en un entorno que, durante décadas, fue solo suyo.
¡Pues que buena noticia! Que las cojan todas y nos las devuelvan, que aquí prácticamente ya no queda ninguna