Vicent Marí Torres (Santa Eulària, 1965) llega al ecuador de la legislatura habiendo puesto en marcha la ley que limita la entrada de vehículos a la isla con una fuerte oposición del sector de las navieras y del ‘rent a car’, pero con el apoyo de una sociedad que ve necesario poner freno a las externalidades negativas del turismo. Así lo demuestra la encuesta que hace dos semanas publicó este medio y que le da un conseller más al PP.
—Se está ganando enemigos en el sector de las navieras. ¿Qué valoración hace de la campaña de Trasmed para que sus pasajeros pernocten en sus camarotes durante los fines de semana en el puerto de Ibiza?
—Enemigos no, pero en este caso los intereses de la naviera y los de los ibicencos no van en la misma línea. Trasmed ha traspasado una línea roja, en el sentido de que una naviera no creo que se tenga que dedicar a hacer de hotel encubierto en el puerto de Vila. Nosotros llevamos a cabo una política de contención, de lucha contra el intrusismo. Por una lado reducimos plazas turísticas legales e ilegales, y por otra parte no puede entrar una naviera a comercializar una estancia en Ibiza funcionando como un hotel. Estamos radicalmente en contra y no pararemos hasta que esta práctica no vaya a más sino que ni siquiera empiece.
—Trasmed aún no ha puesto los billetes a la venta, ¿cree que puede volver atrás y reconsiderar su oferta?
—Confío en que sea así. Ibiza no quiere este tipo de oferta. Es un destino consolidado, con una planta hotelera consolidada. Que el puerto de Ibiza, que es para el transporte de personas y mercancías, albergue ferris que se dedican a hacer de hoteles los fines de semana supone un elemento distorsionador en este mercado turístico que está saturado por la oferta ilegal. Aunque tenga la autorización de Autoridad Portuaria, va en contra de la política que se sigue desde el Consell d’Eivissa y del Govern balear.
—¿Lo ve como un acto de venganza o represalia por la limitación a la entrada de vehículos a la que tanto se oponen las navieras?
—No, creo que no tiene nada que ver y simplemente han visto una oportunidad de negocio y la quieren explotar. Los objetivos e intereses de unos y otros aquí están contrapuestos. Haremos toda la presión necesaria para que no se consolide.
—Ha hablado con el presidente de Autoridad Portuaria?
—Sí, he hablado con Autoridad Portuaria y estamos mirando cómo pueden impedir este tipo de prácticas. Y les he pedido que no autorizaran estos amarres con este fin, que hagan todo lo que tengan que hacer para no permitir este tipo de oferta.
—El 1 de junio entró en funcionamiento la limitación a la entrada y circulación de vehículos a la isla. ¿Qué valoración hace de estos primeros días?
—Creo que se ha hecho un trabajo complejo, que era iniciar su aplicación en un tiempo récord. Hemos establecido unos cupos, se ha puesto freno a la llegada indiscriminada de vehículos que había. Hemos limitado las flotas de ‘rent a car’, la ley contempla que las caravanas que vengan tengan que ir a uno de los cinco ‘campings’ legales que hay en la isla, que son 200 plazas, y hay un cupo fijado para turistas. La ley era necesaria porque estábamos creciendo en llegadas de vehículos inasumible y los resultados se verán, no tengo ninguna duda. Este es el primer año, habrá que pulir alguna cuestión, pero también tendremos más información que años atrás. No es una ley que vaya en contra de nadie sino a favor de la isla de Ibiza, que es un territorio limitado y había que poner límites a los desequilibrios que nos vienen de fuera, porque los vehículos nos saturan las carreteras, hay una inversión de caravanas y hay que acabar con esta impunidad y este crecimiento que es absolutamente inasumible para la isla.
—La falta de pisos a precio asequible hace que muchos trabajadores vivan en autocaravanas. Los caravanistas protestaron frente al Consell semanas atrás. ¿Esta normativa es injusta con estas personas?
—No lo creo. Esta normativa quiere poner orden y no podemos pretender que vivir en una caravana sea algo normal. Ibiza es una tierra de oportunidad, hay mucho trabajo, pero también hay mucha gente que se dedica a hacer negocio con el turismo que requiere de mano de una mano de obra que cuando llega aquí ve que hay trabajo pero no hay vivienda. Hay que enfriar la economía en lo que es oferta no reglada. Soy partidario del decrecimiento, pero en ilegalidades y en actividades que vienen a hacer negocio a Ibiza pero no aportan nada. Hace falta vivienda, sí, pero también actividades al margen de la legalidad. Tanto la ley de control de la llegada de vehículos como la lucha contra el intrusismo están para poner orden. Que haya gente que viva en caravanas no hay que verlo como algo normal. Las oportunidades que ofrece la isla en muchos casos son irreales y se fundamentan sobre una economía que no va en la línea de sostenibilidad y equilibrio que nosotros pretendemos que haya en Ibiza. Si no conseguimos estos equilibrios sufrirán los residentes y los turistas. Los trabajadores no pueden venir a Ibiza engañados.
—La CNMC les ha requerido otorgar una mayor cuota de vehículos para grandes empresas de ‘rent a car’. ¿Qué postura tomarán ahora?
—Nosotros nos hemos sentado con las navieras y con las compañías de ‘rent a car’ y hay una línea de diálogo. Hay discrepancias porque los intereses empresariales van muchas veces en contra del interés general que unánimemente pide la sociedad ibicenca. Hay que buscar el punto de encuentro. Este año se han fijado unos cupos que se pueden revisar cada año. Veremos cómo va la temporada y los datos que tenemos y si necesitamos o no más coches de alquiler. Las decisiones las tomaremos en base a los datos y a un diálogo directo. Ellos están utilizando todas las armas que tienen en la mano. Nos pidieron unas medidas cautelarísimas que los juzgados han desestimado. Hay pendientes de resolver unas medidas cautelares a las que nosotros hemos respondido con argumentos sólidos. Queremos que haya un diálogo y voluntad de llegar a acuerdos. Si es bueno para Ibiza, también lo será para las navieras y los ‘rent a car’. Lo que queremos es que no solo sea bueno para ellos. Eso sí, los controles han llegado para quedarse, que nadie se haga ilusiones porque no recularemos. Esto no puede ser un ‘sálvese quien pueda’. Buscamos el equilibrio y esto supone hacer sacrificios. Las navieras y algunas compañías tenían expectativas de crecimiento que no eran asumibles para los ibicencos.
—¿Hay peligro de que este verano algún juez tumbe o paralice la aplicación de la limitación de vehículos?
—La ley está aprobada por el Parlament en un 90 % y han recurrido el cupo fijado y la ordenanza fiscal, que la hemos hecho para cubrir los costes de este servicio, mientras que el cupo lo hemos fijado en base a un estudio de carga que se revisará, no somos inamovibles, en base a la información que tengamos. Confío en que esta temporada funcionará con total normalidad y si hay alguna medida cautelar acataremos lo que venga, pero nuestra voluntad es seguir aplicando la ley, que no tiene ningún recurso de constitucionalidad.
—Los socialistas dicen que habrían fijado unas limitaciones más duras.
—Es un poco irresponsable su actitud porque saben lo complejo que es poner en marcha este tipo de medidas y hay que hacerlo con prudencia, porque si no a la mínima un tribunal te la puede tumbar. Hemos sido prudentes y restrictivo y le pediría al PSOE que tuviera altura de miras. Ya que colaboró en la aprobación de esta ley también estaría bien que apoyara su puesta en funcionamiento. No entiendo estas críticas cuando estamos luchando contra navieras, compañías internacionales de ‘rent a car’ para que esta ley no se aplique. Aquí tendríamos que remar todos en la misma dirección para conseguir que la aplicación de esta ley sea todo un éxito, aunque no me cabe ninguna duda de que lo será con o sin su apoyo.
—Están en pleno proceso participativo sobre el futuro en la gestión de los residuos. Aquí todos dan su opinión menos el equipo de gobierno: ¿qué prefieren: incineradora o traslado a Mallorca?
—En esta cuestión que es polémica y compleja hemos querido hacer un ejercicio de transparencia dejando que la sociedad ibicenca participe de esta decisión, que es de futuro. El vertedero está acabando su vida útil y estamos buscando una alternativa. Planteamos que se llevara a cabo un plan piloto, mientras se toma la decisión, para el traslado de residuos para alargar la vida útil del vertedero, porque siempre hará falta uno para emergencias. Estoy muy contento de la participación en este proceso, pero nosotros no nos hemos posicionado para no condicionar ni contaminar la decisión que se pueda tomar. A corto y a medio plazo la única solución pasa por reducir residuos y trasladarlos a la incineradora de Son Reus, que tiene suficiente capacidad para tratarlos. En todo este tiempo se han llevado a cabo negociaciones con el Govern y el Consell de Mallorca para que este plan piloto fuera posible cuanto antes. La intervención de la presidenta del Govern ha sido clave para que se pudiera llevar a cabo este plan piloto.
—¿Coincide en que la basura de los ibicencos lo lógico es que se trate en Ibiza?
—Sí, tener autonomía y el control siempre es importante pero nos tenemos que atener a las circunstancias que tenemos. Este debate en la Península no existiría:no sería un problema hacer 150 kilómetros. Es una decisión compleja. A lo mejor dentro de unos años es posible que exista una tecnología que nos permita gestionar nuestros residuos aquí al 100 % porque también hemos reducido su producción.
—¿Le sorprendió que Santa Eulària se posicionara en contra de la construcción de una incineradora en su municipio?
—No me extraña la decisión del Ayuntamiento porque están soportando el vertedero desde hace muchos años. Lo veo lógico y comprendo su posición, pero en este caso tenemos que mirar por el interés insular. Hay que minimizar los efectos negativos que tiene el vertedero. Invertiremos en mejoras alrededor de 15 millones en colocar nuevos biofiltros y cerrar una nave de maduración.
—¿Qué opción saldría más barata?
—Es una cuestión compleja pero, en principio, el traslado de los residuos es más caro, aunque construir una planta incineradora también es caro porque no sabemos las dimensiones que tendría que tener. Es un proceso caro y miraremos de buscar financiación suficiente para que impacte lo mínimo posible en los bolsillos de los ciudadanos. Hay que concienciarse que lo más barato es no producir residuos y no tener que tratar nada. De las 80.000 toneladas al año que tendremos que trasladar al principio, hay que reducirlas sí o sí, pero esto supondrá muchos años y un cambio importante en la mentalidad de cada uno de nosotros.
— ¿Qué solución hay para los asentamientos chabolistas?
—Es un drama pero hay que acabar con ellos. No los podemos permitir y normalizamos. Hay que seguir construyendo más viviendas y que sean a un precio razonable y que la gente que no puede acceder a una VPO pueda comprar una a un precio limitado o tasado. Yel urbanismo tiene que ir en esta dirección. En Ibiza no necesitamos más vivienda libre, no tenemos recursos. El modelo de vivienda cara no es el modelo que creemos que hace falta para Ibiza. Las viviendas que se tienen que construir son para gente que ya está viviendo en la isla, de rentas bajas y medias. Hay que dar oportunidades a estas personas y esto pasa por aumentar el parque de vivienda y liberar pisos que están vacíos o se utilizan como alquiler turístico. Pero también hace falta seguridad jurídica para los propietarios que tienen miedo de alquilar por el riesgo de no poder recuperar la vivienda o de no cobrar la renta. Hay muchas acciones sobre la mesa y creo que la suma de todas ellas permitirán revertir la situación.
—¿Cederá más solares al Ibavi el Consell?
—El Consell cede todo lo que tiene: el solar de s’Hort de sa Fruita y junto al edificio de carreteras. En estos dos espacios se podrán levantar 60 viviendas que ya hemos dicho que tienen que ir a sanitarios, profesores o funcionarios estatales. También queremos construir una residencia en SaComa para la Guardia Civil del Mar, un proyecto financiado con fondos ITS. El Consell de implica lo máximo con todos los recursos que tiene, no nos ponemos de perfil.
—En invierno fichó al guardia civil Gómez Bastida para dirigir la Oficina de Lucha contra el Intrusismo. ¿Qué balance hace de sus primeros meses?
—Positivo, pero sobre todo es el sector turístico quien ve en su trabajo una voluntad clara de colaborar y de llevar a cabo una lucha sin cuartel contra este intrusismo que tanto daño nos hace a todo. El compromiso del Govern balear también ha sido clave. Que durante tres años se aporten más de 20 millones de euros a la lucha contra el intrusismo nos permitirá disponer de los medios necesarios para acabar con esta lacra. Estoy muy contento del trabajo que están haciendo los departamentos de Transportes y de Lucha contra el Intrusismo, son gente que está muy motivada.
—En Menores han tenido que sacar a licitación un contrato millonario para cuidar a 32 menores. ¿Es sostenible esta situación en el tiempo?
—No, es totalmente insostenible y llevamos mucho tiempo denunciando esta situación. Los consells insulars estamos solos y el personal de atención a los menores está desbordado. No encontramos personal, por eso hemos sacado estas licitaciones que nos han quedado desiertas en varias ocasiones, por lo que hemos tenido que aumentar su presupuesto y esto es insostenible. Tenemos los medios que tenemos y no podemos más. Hay que acabar con esta ruta migratoria y que se hagan todos los contactos diplomáticos con Argelia. Es un drama humanitario y hay que ponerle freno. Y esto no puede hacer el Consell d’Eivissa sino el Gobierno de España, que se tiene que implicar y no ponerse de perfil y dejarnos solos. Hay que coger el toro por los cuernos y poner medidas para acabar con este tráfico de personas, de las que muchas mueren por el camino.
—¿La situación sería diferente si en el Govern y en los Consells Insulars gobernara la izquierda?
—Quiero pensar que actuarían con más sensibilidad. Ahora mismo no vemos ninguna voluntad ni sensibilidad por parte del Gobierno hacia las Baleares. Nosotros tenemos el servicio de Menores desbordado, pero también lo están la Guardia Civil y la Policía Nacional. Necesitamos refuerzos. En Ibiza nos sentimos abandonados porque realmente lo estamos. El Gobierno solo utiliza Ibiza para recaudar y tenemos dos claros ejemplos: el aeropuerto y el puerto. Son dos infraestructuras muy rentables y la única preocupación del Estado es aumentar los ingresos. Yo les pediría que además de recaudar, revirtieran parte de estos ingresos en la sociedad ibicenca preocupándose de sus necesidades. El Estado está en retirada en Ibiza: tienen la oficina de Tráfico sin personal, la Tesorería de laSeguridad Social, hacen falta guardias civiles, policías nacionales... ¿Puede haber una situación más desesperada? Reclamo a la directora insular, al delegado del Gobierno y a todos los diputados socialistas que levanten la voz y dejen de hacer oposición a los que estamos aquí afrontando todos los problemas mientras el Estado nos tiene abandonados. Se trata de defender los intereses de los ibicencos.
—¿Ibiza necesita más residencias para mayores?
—Necesita más plazas para dependencia, sin ninguna duda. Que sea vía residencias o vía viviendas tuteladas no seré yo quien lo decida. La consellera de Bienestar Social estuvo la semana pasada aquí y se fue con el compromiso de incrementar el número de plazas para atender esta dependencia. Hay que invertir en atención a nuestros mayores y esto requiere de recursos.
—¿Volver a gestionar las residencias es un objetivo de aquí a final de legislatura o no hay prisa?
—Estamos trabajando para que esta transferencia se haga con las máximas garantías porque no queremos cometer los mismos errores. Hemos pedido que la estructura necesaria para gestionar las residencias esté en Ibiza, porque ahora está en Mallorca. Ahora es cuestión de crear las plazas necesarias en Ibiza y lo haremos de la mano con el Govern. Estamos en esta fase de firmar un protocolo para que todos estos medios estén en Ibiza.
—Hace unas semanas publicamos unos sondeos que le daban al PP un conseller más. ¿Qué valor le da a estas encuestas?
—Te enorgullece porque ves que el trabajo que se hace es percibido de manera positiva por parte de los ciudadanos. A los consellers les dije que tiene que servir de estímulo, que no nos tenemos que relajar y que hay que esforzarse más, que estamos para mejorar la vida de los ciudadanos. Estoy contento por el trabajo que están haciendo pero les dije que se esforzaran más.
—Conseguir un tercer mandato lo igualaría a Marí Calbet. Entiendo que ante estas perspectivas, se volverá a presentar.
—Marí Calbet ha sido, sin lugar a dudas, el mejor presidente que han tenido estas islas. Nunca pienso qué haré la próxima legislatura. Mis objetivos son acabar esta, esforzarme al máximo, que es lo único que sé hacer, pero no pensar en una reelección, no me preocupa ahora. No tengo ningún tipo de ambición ni pienso en un tercer mandato.
Vale, son para quedarse. Pero si no hay nadie que lo controla. Batida informativa a las caravanas. Y para que ha servido? Estamos a mitad de junio y no se ha echado. Nadie, ni multado por circular. Lo de siempre, la derecha vendiendo humo.