Una cámara de seguridad completamente rota, azulejos quebrados y arquetas eléctricas descolgadas, son las últimas consecuencias de los juegos que, tarde tras tarde, disputan numerosos niños y jóvenes de Ibiza en la plaza de sa Graduada, justo a las puertas del edificio judicial.
Tras dos años reivindicando soluciones, el juez decano Sergio González Malabia reiteró este jueves su hartazgo y volvió a exigir al Ayuntamiento y a la gerencia de Justicia alguna acción contundente que acabe con estas prácticas.
Según relató a este rotativo, el pasado miércoles por la tarde comprobó cómo unos niños «a balonazos» rompieron una de las cámaras de seguridad, además de arquetas de la luz y algunos azulejos. El magistrado recordó cómo en reiteradas ocasiones se ha pedido al Ayuntamiento que intervenga en este asunto y desde los juzgados han avisado incluso a los agentes de Policía Local en más de una ocasión, «aunque ya ni van».
González, muy molesto con toda esta situación, sugirió que el Consistorio podría instalar algunos elementos como bancos en la plaza para impedir que se juegue al fútbol. Por el momento, no se ha hecho nada en la zona. «Ese espacio es municipal. Los niños dan unos balonazos tremendos y no es la primera vez que rompen cosas. Se acaban de cambiar las rejas de unas ventanas que dan a la plaza porque también estaban rotas y a ese ritmo van a durar poco. Han sido muy caras y eso es un coste que nos afecta a todos. He vuelto a escribir al alcalde cuando vi todos los daños que se causaron», explicó.
González recordó que el edificio judicial está abierto por las tardes, atendiendo en algunos momentos a víctimas de delitos que son asistidas en salas «especialmente sensibles». De hecho, el juez destacó que uno de los cuartos situados en una esquina de la sede y que precisamente da a la plaza es una sala amable en la que se atiende a menores víctimas de casos muy delicados. Por ello, es fundamental crear un ambiente tranquilo para asistir a estas personas y que no estén escuchando golpes y gritos todo el rato, apostilló. «Son casos sensibles que necesitan un ambiente tranquilo y sosegado», reiteró.
A la espera de alguna respuesta municipal, con la gerencia se ha acordado intensificar la vigilancia en el edificio, aunque este servicio se presta en el interior de los juzgados.
«Tenemos un cuarto lleno de balones», afirmó también González, quien aseguró además que comercios de la zona y también vecinos han expresado en multitud de ocasiones su enfado.
«Llevo dos años denunciando esto y no se hace nada. Nadie dice que no se juegue allí, pero no con balones de reglamento y provocando esos daños. Me gustaría saber qué pasaría si frente al Ayuntamiento o la plaza de la Catedral se pusieran a jugar de esta manera», concluyó.
Hace justo un año, trabajadores de los juzgados ya exigieron públicamente al Ayuntamiento de Vila medidas urgentes contra los conflictos en esta zona debido a la presencia de adolescentes que se dedicaban a faltar al respeto a funcionarios y usuarios del edificio.
Poco después, desde el Ayuntamiento aseguraron tener constancia de estas quejas y manifestaron estar valorando posibles actuaciones a realizar colaborando con el juez «en todo lo que sea necesario».
Justo hace dos años, González Malabia solicitó tras su nombramiento varias medidas, entre ellas, evitar el juego en las inmediaciones de la sede judicial.
IbizaEras portero, reconócelo jajaja