Todo análisis sobre el turismo de verano en Ibiza es inverosímil si no tenemos en cuenta el West End. Mientras Platja d'en Bossa va de camino a transformarse de destino turístico para la clase media en destino de turismo de lujo y el puerto de Ibiza recuerda ya días mejores de bullicio internacional y hormigueros de personas recorriendo sus callejuelas, Sant Antoni es el último refugio del turismo de clase media, precisamente el turismo de masas que dio a la isla su fama mundial y que ahora tantos recuerdan con nostalgia.
Palladium Hotel Group anunció esta semana la reforma de uno de sus negocios estrella, el Hard Rock Hotel, para convertirlo en 'The Site Hotel', «reforzando su estatus como uno de los principales destinos de lujo de Ibiza», como expresaron desde la corporación. Este viraje en el modelo turístico se confirma también tras la creación de Ibiza Gallery, un centro comercial de lujo similar a los que se pueden ver en Dubái, Marbella o Miami.
Sant Antoni ha vivido también un lavado de cara tras el paso del artista Okuda San Miguel, quien llenó de colores la calle del West End a petición del Ayuntamiento para revalorizar una zona con una alta concentración de turistas por metro cuadrado, en su mayoría británicos. Una tiktoker da ahora tres consejos a aquellos que quieran pasar una buena noche en el West «sin morir en el intento»:
«Número uno: no vengas si no sos amigo de los guiris. Número dos: nunca aceptes un globo. No son de cumpleaños. Número tres: vení preparado, porque si querés comunicarte, mínimo te tenés que tomar tres cervezas. Porque los ingleses no se entienden ni entre ellos».
El primer consejo es dejarle de darle publicidad a los gilinfluencers, con eso ya ganaremos bastante, con un poco suerte dejan de venir para hacer el payaso.