«Mientras el municipio de Ibiza presume de turismo de élite, yates millonarios y fiestas de lujo, sus socorristas, los primeros intervinientes que velan por la vida en las playas, sobreviven en condiciones indignas que rozan lo tercermundista». Así es como empieza el tajante comunicado a través del cual los socorristas de Vila han denunciado las pésimas condiciones en las que tienen que trabajar.
A continuación, explican que desde 2019 el presidente de la sección sindical de socorristas en Ibiza, Federico Oberti, viene reclamando al Ayuntamiento de Ibiza el recambio de las torres de vigilancia y que seis años después «siguen siendo las mismas», lamentan.
Según continúan relatando, «las estructuras son precarias, con más de una década de antigüedad, rampas carcomidas y peligrosas, madera podrida, las torres se mueven y no ofrecen ni sombra ni protección frente al sol abrasador, ni tampoco contra las tormentas repentinas». Por ello, los socorristas acaban improvisando «chiringuitos» con las sombrillas para así tratar de no insolarse durante la jornada laboral.
Por otro lado, en el mismo comunicado, denuncian el lamentable estado en el que se encuentra el módulo de enfermería, que los socorristas aseguran que «se parece más a un zoológico que a un puesto sanitario». Las ratas corretean entre los botiquines, las camillas y mochilas de asistencia y las cucarachas llegan incluso a pasearse entre los uniformes de los trabajadores mientras comen.
Además de lo material, los socorristas de Vila ponen también de manifiesto la diferencia salarial entre los trabajadores de Ibiza y los del resto de municipios que, según explican, han ofrecido mejoras salariales a sus plantillas mientras que en la capital «se sigue pagando una miseria a quienes salvan vidas cada día en sus playas».
Como consecuencia explican que la rotación de la plantilla es muy elevada, cambiando el equipo cada año por las condiciones «nefastas» que se ofrecen.
VegetaArriba Urugay! Pero desde España... K allí hay mucha escoria y no kiero estar con ellos...