La temporada de la recogida de la algarroba, uno de los frutos más populares del campo ibicenco, ha dado comienzo, como ya es tradición, este 1 de septiembre. Durante más de tres meses -a diferencia de otros frutales que exigen inmediatez, el plazo para la recogida de la algarroba es muy amplio – la cooperativa agrícola de Sant Antoni estará recepcionando sacos repletos de algarrobas para, posteriormente, procesarlas y comercializarlas.
Lo que se sale de lo habitual es que todo este proceso la Cooperativa lo hará «a un beneficio prácticamente cero, si es que no es negativo», tal y como ha asegurado su presidente, Toni Tur. El motivo, tal y como explica, es que la cooperativa mantendrá los precios del año pasado, de 40 céntimos por cada kilográmo de algarroba para los socios de la cooperativa, cuando en el mercado de venta estos precios han bajado.
Y es que lejos queda aquel 2022 en el que la algarroba alcanzó sus máximos históricos, cuando se llegó a pagar por encima del 1,20 euros cada kilogramo de este futo. Esta súbita subida de precios hizo que las industrias que utilizan la goma de garroví, un espesante natural que se utiliza principalmente en repostería y cosmética, buscaran una alternativa más económica. Esto redujo de manera más que sustancial la demanda, haciendo caer en picado los precios en torno a los 30 céntimos por kilo, en un claro efecto burbuja del cual la recuperación ha sido todavía muy escasa.
A pesar de esta reducción de precios, que arroja esos beneficios nulos, desde la Cooperativa Agrícola de Sant Antoni quieren seguir incentivando la siembre de garrovers entre sus socios. El motivo es que, ante la situación de sequía que vive la isla, este árbol está respondiendo de mejor manera ante la falta de agua que otras plantaciones consideradas como «de secano», como son los almendros.
Beneficios
Y es que la plantación de estos algarrobos tiene muchas repercusiones positivas para el campo de la isla, asegura el presidente de la cooperativa agrícola de Sant Antoni. «Aporta beneficios en el paisaje y en el territorio, humidifica la tierra... Es un árbol que es muy importante para evitar la desirtificación del suelo». Un paisaje que «no es solo importante para el sector agrario, sino para todos los residentes de la isla
Por ello, se han mantenido los precios «para incentivar la plantación de este árbol, aunque la tendencia de los mercados sea a la baja». Además, como acto «casi simbólico» la cooperativa entregará un árbol de algarrobo a todos los socios que se acerquen a entregar los sacos con este fruto. Un total de 400 árboles que se entregarán durante los próximos tres meses.
Pero, para ello, considera necesario que se colabore desde todas las instituciones. Es por ello que Tur incide en las ayudas del Consell, que otorgan 20 euros por cada árbol replantado, con un mínimo de quince unidades. Sin embargo, desde la cooperativa han pedido que se aumente la dotación económica por cada árbol y se reduzca el mínimo necesario «para que más gente pueda acceder a estas ayudas».
La campaña
De cara a esta nueva campaña, se espera que sea ligeramente inferior a las cifras que se obtuvieron la pasada campaña, en la que se recogieron un total de 870 toneladas de algarroba. Y es que en el campo «los árboles tienen una algarroba más pequeña, la floración fue complicada y puede que haya una reducción en la producción». El motivo de esta reducción es, una vez más, la sequía. Pese a que este fenómeno ya se produjo el pasado año, el árbol «se comportó como cualquier otro año», mientras que este año si que se espera que se noten las consecuencias de esta sequía.
Los productores
Esta algarroba será aportada por los socios de la cooperativa. De un total de 700 socios, serán en torno a 200 y 300 payeses de toda la isla quienes harán sus aportaciones de este fruto a lo largo de más de tres meses. Y es que este fruto es recogido casi hasta navidades. La cantidad que cada uno de ellos entrega es muy variable, aunque «un árbol adulto y sano puede llegar a producir más de 300 kilos de algarroba».
La labor de la cooperativa con este fruto es la del primer estadio del proceso industrial. Primero se realiza el triturado y, una vez realizado este, se separa la harina del garrofín. Esta última es la que más valor tiene en precio, aunque todas ellas tienen algún uso. El propio fruto de la algarroba es utilizado para la repostería, mientras que con la harina restauradores de la isla realizan pan.
Sin embargo, la mayoría de la producción parte hacia otros puntos del país, mayoritariamente hacia Valencia. Sin embargo, desde la Cooperativa Agrícola de Sant Antoni ponen en valor el papel de las Islas Baleares en esta materia:«España es el productor del 30% de la algarroba de todo el mundo. Dentro de ello, el 30% de esa producción corresponde a las Baleares».
Largo plazo
A la presentación de este primer día de campaña ha acudido Joan Marí, Director Insular de Medi Rural i Marí, quien ha señalado que estos algarrobos «son la principal plantación de la isla de Ibiza y han resisitido mucho mejor la situación de sequía que los almendros». Sin embargo, la producción de este árbol, señala, es lenta, pudiéndose ir por encima de los diez años «pero tenemos que pensar a largo plazo para conservar el campo de la isla».
Pep TPero, ha bajado el precio de la algarroba, o no ?