En el pabellón 202 de sa Coma, del edificio que antaño fue un cuartel militar, queda poco más que la estructura. En su interior ya trabajan los operarios para ultimar los detalles de cara a la futura demolición de lo que todavía queda en pie. En dicho lugar se levantarán un total de 12 viviendas de diferentes tipologías, de una, dos y tres habitaciones, además de espacios de oficinas, salas de reuniones y zonas de formación que acogerán a una treintena de agentes de la Guardia Civil del Mar.
Dichas obras se espera que estén terminadas para julio de 2026 y cuentan con un presupuesto total de más de cuatro millones y medio de euros -4.564.466,88 euros (IVA incluido), de los cuales casi cuatro – 3.923.920- provienen del Impuesto de Turismo Sostenible -ITS-. Durante la mañana de este miércoles, las obras recibieron la visita tanto de la presidenta del Govern Balear, Marga Prohens, como del presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Marí, acompañados de otros representantes institucionales.
En el lugar, las autoridades políticas recibieron las pertinentes explicaciones técnicas sobre el transcurso de la obra y, a continuación, realizaron una breve visita a la actual estructura, para comprobar in situ los trabajos que se están llevando a cabo. Una vez concluida la visita, procedieron a explicar los detalles del proyecto.
En primer lugar tomó la palabra Vicent Marí, quien afirmó que este proyecto «es fruto de mucho trabajo, muchas reuniones y mucha colaboración entre todos los actores». En este sentido, el presidente del Consell lanzó un mensaje sugiriendo que «ojalá el Gobierno central tuviera esta sensibilidad en otros asuntos como el plus de insularidad para los funcionarios del Estado o los controles para frenar la avalancha migratoria».
En cuanto a las funciones que desarrollarán los agentes que harán de Sa Coma su nueva sede, Marí explicó «todas aquellas actividades que ponen en peligro los valores medioambientales de la mar, como fondeos incontrolados, control de los party boats, protección de las praderas de posidonia, los desembarcos masivos en espacios protegidos o la pesca ilegal».
A continuación, tomó la palabra Marga Prohens, quien habló de «reivindicación de hace muchos años» esta obra para establecer una base permanente del servicio marítimo de la Guardia Civil en Ibiza. Una isla que «es la que más problemáticas registra en cuanto a infracciones», ha señalado la presidenta.
Prohens también quiso señalar que prácticamente la totalidad de la financiación de la obra proviene «del Impuesto del Turismo Sostenible del Govern de les Illes Balears gracias a los ingresos de nuestra principal industria, la turística». Además, calificó como «un cambio de prioridad en que se destinan estos fondos» esta nueva inversión.
En este sentido, la presidenta del Govern explicó que «Ibiza ya no es la gran olvidada después de años de abandono, sino que es protagonista de buena parte de estas inversiones que eran tan necesarias».
Desde que se terminó el servicio militar obligatorio esta vacío la mayoría de pabellones, caben allí toda la policía nacional y toda la guardia civil, si no lo hacen es porque a este gobierno y al anterior no les conviene