Era 1974 cuando Vincent Berry, originario de una ciudad al sur de Inglaterra, visitaría por primera vez la isla de Ibiza. En esa ocasión lo hacía acompañado de su familia, a un lugar que todavía estaba lejos de ser reconocida internacionalmente, precisamente, por su afluencia turística. Difícilmente podía pensar entonces que, más de 50 años después, recibiría un galardón por su fidelidad como turista a la isla a la que lleva acudiendo ininterrumpidamente desde hace más de 20 años.
Después de esa primera experiencia, cuando todavía era un niño, volvería años después, en el 1996, y no dejaría de hacerlo desde entonces. Algunas veces solo, otras veces acompañado, otras veces en pareja, pero siempre veraneando en Ibiza. De entre todas ellas, destaca como una de las más especiales la del año 2015 «en las que pude celebrar mi 50 aniversario en una villa, lo que fue genial».
Durante muchos años fue cambiando de un lugar a otro en el que hospedarse. Sin embargo, desde el 2017 lleva repitiendo en el Hotel Bellamar, en Sant Antoni. «Me encanta la zona en la que está ubicado, el paseo cerca del mar, todo». Además, señala que la gente ya le reconoce cuando pasea por la zona: «soy un hombre muy grande, y eso me hace reconocible. Cuando me ven, todo el mundo me saluda y es muy simpático conmigo».
Este año es ya la segunda vez que viene: lo hizo trece días en agosto y, ahora, 10 días más en septiembre. De hecho, este pequeño homenaje le llega en su último día antes de volver hacia Inglaterra. Fue, precisamente en el hotel, donde le dijeron que iba a ser reconocido. Después de tanto tiempo acudiendo a la isla, actúa como una suerte de pequeño embajador de la isla. Es mucha la gente que le pregunta sobre recomendaciones en la isla, asegura.
Vincent ha notado que en la prensa inglesa hay ciertos malos rumores sobre las Islas Baleares sobre su relación con el turismo, algo que su experiencia personal no ratifica «siempre han sido simpáticos y encantadores en el trato conmigo». Sin embargo, sí que advierte ciertas connotaciones negativas, especialmente con lo «abarrotada» que siente la isla.
Junto a él ha sido homenajeado Stephane Leguer, un parisino que lleva viniendo a la isla desde el año 2000. En su caso, lo ha hecho desde entonces de manera regular a la bahía de Cala de Bou. Dada su regularidad, también tiene amigos y conocidos «con los que me reencuentro todos los años y vamos a tomar una copa, a hacer alguna excursión...».
Recuerda cuando la primera vez que vino, era muy diferente. La isla, en su opinión, se ha dirigido hacia un enfoque de jet set que ha encarecido los precios «he pasado de venir cuatro semanas años antes a tres. Es caro, pero cuando te gusta, estás dispuesto a pagar por ello».
El homenaje se realizó en los jardines del Consell d’Eivissa con motivo del Día del Turista. Ahí, el presidente Vicent Marí, acompañado por representantes de los diferentes ayuntamientos ha agradecido a todos su fidelidad a Ibiza y les deseó que sigan veraneando en la isla «muchos más años más. Una isla con unos municipios, en este caso Sant Josep y Sant Antoni, que han demostrado que reciben a sus visitantes con los brazos abiertos». En este sentido, el presidente Vicent Marí remarcó que «somos una isla conocida por sus playas, su ocio...pero somos mucho más: somos cultura, tradición, Patrimonio de la Humanidad, unos valores que espero que todos aquellos que nos escojan para pasar sus vacaciones los conozcan y valoren», según concluyó.
TOURISTS GO HOME !!!