Un primer destacamento de la Unidad Militar de Emergencias (UME) pertenecientes al primer y tercer batallón embarcaron ayer por la mañana con destino a la Comunidad Valenciana tras tres días de intenso trabajo en Ibiza, que el pasado martes sufrió un diluvio con más de 300 litros/m² en la capital de la isla.
La labor de la UME ha sido esencial para desaguar un tramo de la carretera del aeropuerto de Ibiza, una de las vías críticas de la isla donde se acumulaban más de tres millones de litros. La llegada el jueves de madrugada de tres bombas con gran capacidad de bombeo ha permitido extraer todo el agua de esta carretera y que a primera hora de este viernes ya estuviera operativa esta vía.
El director general de Emergencias, Pablo Gárriz, explicó ayer en relación con los equipos desplazados a Ibiza para atender las consecuencias de las lluvias torrenciales que se está llevando a cabo una desescalada estructurada. «Un dispositivo de este tipo se hace para atender una situación extraordinaria de emergencia. Una vez estas cuestiones han desaparecido, corresponde liberar recursos extraordinarios que tenemos aquí y dejar que las cuestiones que necesitan atención sean atendidos por recursos ordinarios de las administraciones», apuntó Pablo Gárriz.
El director general señaló que hoy saldrá otro contingente de la UME, mientras que los bomberos del Consell de Mallorca y de la ciudad de Palma partieron ayer noche de vuelta a casa.