Hace poco más de una semana desde que vieron como sus comercios se inundaban y llenaban de fango como consecuencia de la Dana que azotó Ibiza el pasado martes. Y, ahora, han de prepararse otra vez para lo peor, ante la previsión de alerta naranja que hay en la isla para este jueves.
Los comerciantes del barrio de Es Pratet se preparan ante una jornada en la que las previsiones apuntan a que volverá a llover con fuerza. Y lo hacen con herramientas renovadas, en vista a todo lo que ha supuesto para sus comercios las pasadas inundaciones.
En la pastelería Bon Gust, un clásico del barrio, su propietaria, Carmen Cárcel -que además es presidenta de la Asociación de Vecinos del barrio-, recuerda con mucha angustia las jornadas posteriores a esas inundaciones. Todavía son visibles las marcas del agua que entró en su local y los desperfectos que causó, señala.
Por ello la tarde de este miércoles ya tenía preparados los tablones, junto a la silicona, para tratar de crear unas barreras para que el agua no entrara en su local.
Esto, señala, no viene de nuevo «Es Pratet siempre ha sido una zona que se inunda cuando caen 40 o 50 litros por metro cuadrado, pero es que esta vez cayeron más de 250».
El miedo a que algo así vuelva a pasar, ha generado una suerte de «psicosis en el barrio». Y es que el miedo entre estos comerciantes es real.
Buena prueba de ello es la tienda Kilómetro 0, de material deportivo. Su encargada, Catalina, explica consternada que «ha tenido ganas de llorar todo el día» pensando en que una jornada como la del pasado martes pueda repetirse.
Para evitar que esto suceda, explica, han reforzado las protecciones. En la tienda ya contaban con refuerzos en las puertas para que no entrara el agua, pero esta corrió con tanta intensidad el pasado martes que las reventó, y se hizo camino a través de su local.
Ahora cuentan con unas nuevas barreras, reforzadas, que han encargado a raíz de estas riadas. Pese a esos refuerzos, van a poner todo el material en altura por si, una vez más, las protecciones no fueran suficientes.
En el estanco del barrio no tuvieron que lamentar grandes desperfectos, ya que en su caso las barreras de protección sí que cumplieron con su función. Unas barreras que Toni echará de nuevo este jueves, a la espera de que vuelvan a servir para frenar unas posibles riadas.
Caminando por la calle Pere Francès se puede observar como estas protecciones están presentes en prácticamente la totalidad de los comercios. Los que ya tienen la barrera echada rodean con silicona cualquier posible resquicio para evitar que el agua se cuele en su interior. Por su parte, quienes la misma tarde del miércoles, quienes todavía no cuentan con estas protecciones se afanan por ultimarlas, y se les puede ver en plena calle, cortando tablones de manera para dejarlos a medida de la entrada de sus locales.
Además de esas barreras, desde sacos de arena u otros materiales hasta siliconas, todo se pone a disposición de la causa para tratar de frenar el avance del agua y evitar así que se repita una jornada como la del pasado martes este jueves.
Y no tapar tres de las cuatro salidas al mar de la zona Des Pratet, que fueron tapadas con la construcción de los andenes donde atracan actualmente las barcas de Formentera. Y encima estos iluminados de políticos y técnicos, tienen intención de hacer un parking semisoterrado en la zona del puerto. INÚTILES QUE COBRAN CADA MES