Zenón Helguera lleva años dedicándose al sector inmobiliario en un territorio en el cual este campo suele estar en el punto de mira. Él es, además de profesional del sector, el delegado en Ibiza del Colegio Oficial de API -Agentes de la Propiedad Inmobiliaria- de Baleares. Lo hace, en buena medida, por unos precios por encima del resto del estado. Algo que está directamente relacionado, para Zenón, con las condiciones de un territorio limitado: «en Madrid o Barcelona tú puedes irte al pueblo de al lado, a unas paradas de cercanías, donde el suelo es más barato, y la ciudad termina absorbiendo estos nuevos lugares, como ha pasado siempre. En Ibiza, en cambio, no hay ese pueblo de al lado, porque toda la isla se encuentra en la misma situación».
Nueva vivienda
Este territorio limitado agrava unas subidas de precio que sí se repiten a nivel nacional «porque el precio de la vivienda sube regularmente desde hace décadas», apunta Zenón. Una tendencia que a nivel estatal se ve todavía más agravado por la falta de nueva vivienda «que no es solo construir, sino que tiene muchas implicaciones en cuanto a saneamiento, servicios o infraestructuras, que es lo que bloquea muchas veces esas nuevas edificaciones».
En cuanto a la posibilidad de construir nueva vivienda en la isla, el delegado de los API señala que desde el colegio ven «de manera muy positiva» la colaboración público privada para que se impulsen proyectos, ya sea de Vivienda de Protección Oficial o Vivienda de Precio Limitado, en los cuales se priorice al residente.
Sin embargo, la idea de restringir la compra de viviendas para no residentes, tal y como saltó a debate en las Baleares, lo considera una «estrategia de publicidad política». El motivo para este parecer, explica, es que por los cauces legales esta prohibición es imposible: «nos encontramos en el marco de la Unión Europea, y una de sus características es el libre tránsito. No se le puede restringir a un italiano o a un francés la adquisición de una segunda vivienda en la isla».
Si el mercado de compraventa presenta precios más que elevados en la isla, el de alquiler se encuentra en una situación todavía más delicada. A nadie de la isla le puede resultar ajeno historias de personas a las que se les piden hasta 1.000 euros por compartir una habitación en un piso con otras tantas personas en esa misma vivienda.
Soluciones
Para tratar de hacer frente a ese tipo de arrendamientos, Zenón propone «una exención fiscal de hasta el 100%» para los propietarios que alquilen su vivienda de manera anual, y a precios limitados, para favorecer un tipo de alquiler que se aleje de ese tipo de especulación tan característica de la isla y favorecer a los residentes.
Precisamente para favorecer ese tipo de alquiler, el Govern Balear impulsó el programa Alquiler Seguro. Un proyecto que, con los números en la mano, está muy lejos de suponer un impacto real en la isla: según los datos ofrecidos el pasado mes, tan solo se habían firmado dos contratos de arrendamiento en Ibiza a través de este programa.
Pese a calificarla como «una herramienta bastante potente, porque el Govern financiaba hasta un 30% a fondo perdido y aseguraba al propietario el cobro», Zenón alude el pinchazo de esta medida a un miedo a la inquiocupación que no era el que se creía.
Sanciones
Por otro lado, sí que valora positivamente los esfuerzos realizados por parte de las instituciones para acabar con la oferta turística ilegal, que se está haciendo de manera «muy efectiva». En cuanto a la posible salida para estas viviendas, Helguera señala que lo más probable, por el perfil de persona, es que estas viviendas «salgan al mercado de venta y no al del alquiler, porque es probable que la persona que tenga una vivienda enfocada al alquiler turístico ilegal no se conforme con una renta anual».
En su inmobiliaria, Zenón maneja mayoritariamente la compraventa. Lo hace en un ámbito enfocado a propiedades que se podrían calificar de alto standing, motivo por el cual trabaja en gran medida con el sector internacional. Sobre este, asegura que el perfil sigue siendo mayoritariamente europeo, en torno al 90% de la demanda total, aunque con algunos matices.
Sobre las nacionalidades, señala que los más habituales son «franceses e italianos que buscan segundas residencias», y que un mercado que había estado tan en boga los últimos años como el de los holandeses «ha bajado ligeramente». En cuanto al potencial comprador extraeuropeo, señala que estos son, mayoritariamente, de Estados Unidos y de Emiratos Árabes.
Sr. Helgueras, lo que realmente agrava el problema de la vivienda en Ibiza es alquilar pisos familiares de 3-4 habitaciones para luego subarrendarlas a prostitutas sudamericanas por 500 euros a la semana, hecho que además contribuye a la trata de seres humanos y a la evasión fiscal. Usted y su esposa regentan así unos cuantos y deberían comprender que la hipocresía es el colmo de todas las maldades.