Agricultores de Ibiza celebran las intensas lluvias: «Nos dan un respiro; son muy beneficiosas»

En la cooperativa Agroeivissa, las torrenciales lluvias del pasado fin de semana dieron un buen susto a los socios de la entidad. Según reconocieron después en sus redes sociales, los agricultores tuvieron miedo de perder cultivos, aunque lo importante es que todo lo sembrado de cara al invierno no se vio afectado. «Aunque las plantas resisten la humedad, si sigue lloviendo así podría haber problemas.

Algunas fincas están perfectas y las afectadas hoy ya han vuelto a la normalidad sin pérdidas. Agradecemos esta lluvia tan necesaria. No soluciona la sequía, pero nos da un respiro», apuntaban en el mensaje.

El presidente de Agroeivissa, Iván Colomar, reconoció ayer que, cuando uno ve llover con tanta intensidad, siempre se piensa en lo peor, aunque afortunadamente no se han producido daños de consideración en las fincas de los socios. «Más que la cantidad, es la intensidad con la que llovió», insistió.

Hace dos semanas, tras las primeras inundaciones, los socios de Agroeivissa se libraron también de los efectos de las intensas tormentas. Ahora, tras el pasado fin de semana, pueden confirmar que, en general, «ha llovido muy bien para el campo».

Aunque granizó el domingo, al ser un fenómeno esporádico durante la tormenta, los cultivos tampoco sufrieron daños por ello.

Tras un verano muy preocupante por la situación de sequía, estos productores han vivido con tensión el descenso de las reservas hídricas en la isla «porque podía condicionar el final de la campaña y, sobre todo, la del próximo año. Es más, aunque ahora haya llovido mucho, ello no significa que tengamos agua para el año que viene. Es un buen inicio para el otoño, pero debe seguir esta dinámica para recuperar los niveles, que están muy bajos».

Productivamente, en Agroeivissa han tenido una buena campaña de verano, a pesar de las complicaciones y de las altas temperaturas registradas que podían generar mermas en algunas plantaciones más sensibles. «Más o menos, todos hemos tenido agua para acabar y, en general, tanto los precios como la producción han ido bastante bien. Creo que será un año positivo», insistió el presidente.

Lluvias positivas

Colomar afirmó que en Ibiza las lluvias han afectado de manera diferente al campo dependiendo de la ubicación de las fincas. Sin embargo, unos días después, ya han podido comprobar que, como mucho, han causado alguna escorrentía con pequeños movimientos de tierra. «Son cosas asumibles y, en general, han sido unas lluvias muy positivas», concluyó.

En su finca de Sant Llorenç, Josan Aguiló también temió el pasado fin de semana que las intensas tormentas echaran a perder algunos de sus cultivos. Finalizado el verano e iniciándose ahora el otoño, este productor cultiva coliflores, acelgas o rúcula, entre otros vegetales. Según reconoció, a medida que empeoraba el tiempo el pasado domingo y las lluvias se intensificaron, tuvo miedo de que sus cultivos no pudieran absorber toda el agua.

«Podemos dar gracias porque en la finca, donde se acumuló más agua debido a la cercanía de un torrente, no hubo problemas. Los cultivos de esta zona sí podrían haber sufrido afectaciones como que las raíces se hubieran podrido por tanta agua, pero no fue así. Su crecimiento no se vio afectado. En las zonas donde hay cultivos que todavía deben crecer sí se ha absorbido muy bien el agua que, si se conserva y se infiltra bien, puede incluso ser beneficiosa», explicó este productor.

Aguiló recordó los pésimos datos hídricos registrados en Ibiza en los últimos meses, con una grave sequía que ha puesto en jaque al campo pitiuso. «Estábamos bastante preocupados. Si no llovía este otoño, que yo digo que es como una segunda primavera, muchas perforadas habrían agotado el agua y estas lluvias nos pueden dar un respiro. Las precipitaciones no resolverán la sequía y seguramente no llenarán los acuíferos, pero sí nos pueden dar un empuje para encarar la primavera de mejor manera.

A ver si llueve bien y se pueden recargar los acuíferos de cara al verano de 2026», concluyó.
Tras las precipitaciones de hace dos semanas, agricultores de Ibiza ya manifestaron que poco había mejorado la situación de sus campos puesto que gran parte del agua precipitada fue a parar al mar y, además, en zonas de Sant Josep o Sant Miquel las lluvias no fueron tan intensas como sí lo fueron en Vila.