El debate sobre el estado de la ciudad celebrado este miércoles en Can Botino ha comenzado con un mensaje de apoyo a los afectados por las graves inundaciones de las últimas semanas. El alcalde, Rafa Triguero, ha recordado el trabajo desarrollado esos días por los servicios de emergencia, la Policía Local, Protección Civil, Bomberos y el personal municipal, que «han estado trabajando sin descanso para restablecer la normalidad, para atender a los vecinos y para minimizar los daños».
Tras los agradecimientos, el primer edil ha dado paso a los anuncios. Y es que en el Consistorio tienen claro ya que la ciudad no puede volver a sufrir episodios como los vividos semanas atrás. Aunque «la ciudad ha estado a la altura», ha dicho el alcalde, las inundaciones «han dejado un mensaje muy claro»: «Hemos de invertir de manera urgente en infraestructuras hidráulicas».
Triguero ha recordado que el 65% de la ciudad está construido sobre zonas inundables. Lo que provoca graves problemas en algunos barrios cada vez que hay lluvias fuertes. Por ello, el Ayuntamiento impulsará la construcción de varios tanques de tormentas similares al construido en platja d’en Bossa. Además, se construirá también «una red separativa de aguas pluviales y residuales» y «grandes canales de desagüe que lleven el agua al mar y no a los bajos comerciales».
El alcalde ha explicado que los daños en la ciudad ascienden ya a 5,3 millones de euros. En el caso de los comercios, subirían hasta los 9 millones d e euros. «Estos episodios», ha señalado Triguero, «nos recuerdan que la gestión del agua, las infraestructuras de drenaje y la planificación urbana no son solo cuestiones técnicas sino una prioridad de seguridad y bienestar ciudadano».
Triguero ha reclamado «coordinación entre administraciones» para afrontar los efectos de las inundaciones. Y ha admitido que infraestructuras como el tanque de tormentas de platja d’en Bossa y el torrente de Sa Llavanera «no cumplieron la función que debían». El primero quedó anulado y el segundo se desbordó «al no estar en una situación óptima de limpieza y de trazado».
Triguero ha apuntado también a otras administraciones al denunciar que parte de las inundaciones se produjeron porque «infraestructuras que no son municipales como la E-10, la E-20, la carretera de Sant Antoni, la avenida de Sant Josep o la carretera de Sant Joan» tienen importantes deficiencias. Algo que perjudicó a la situación de Vila.
El alcalde, finalmente, ha anunciado que se harán «contratos de emergencia» para «ordenar y devolver al a normalidad» la ciudad. Además, se ha solicitado al Gobierno que sea declarada como zona de emergencia.