Alfonso Rojo Serrano (Reinosa, Cantabria, 1964) renovó a principios de año como presidente de la Pimeef, al frente de la cual lleva una década. Una labora que compagina con su empresa de distribución de frutas, verduras y hortalizas, Frutas La Palentina, y con la presidencia de la P.E. Sant Jordi. La suya es una de las voces más autorizadas si uno quiere saber la realidad del sector empresarial pitiuso, fuertemente golpeado con las dos inundaciones hace menos de un mes.
— ¿Cómo recordarán las pymes pitiusas la temporada 2025?
— Ha sido una temporada normal. Sí que es verdad que ya llevamos varios años que nos encontramos que en julio y agosto no se llega a colgar el letrero de completo porque la gente, quizás, evita la temporada alta por el altísimo coste que pueda tener sin olvidarnos de la climatología. Hay gente que prefiere venir un poco más por las puntas, con unas temperaturas más agradables, que quizás en plena temporada alta. Las empresas tendremos que mirar de tener un buen mayo y un buen junio y no esperar a esas puntas de julio y agosto. Luego nos hemos encontrado en la restauración y en el transporte, sobre todo, que un año más ha habido que pactar los precios al alza con los trabajadores, porque la alta demanda de mano de obra ha hecho que un trabajador con residencia en Ibiza sea muy apetecible para muchas empresas. Y una de las formas de fidelizar ha sido ofrecer el mayor tiempo de contratación posible y en muchos sitios revisar los sueldos a la alza. Cuando ha llegado julio y agosto y no hemos estado al 98 %, pues quizás ha habido nervios porque veías que iba a ser difícil llegar a las expectativas que te habías creado. No estamos hablando de pérdidas, pero claro, ya no va a ser esa temporada que te esperabas.
— ¿El de la restauración ha sido el sector que quizás lo ha pasado peor?
— La restauración es uno de los sectores en los que hemos tenido que reunir a nuestros equipos y poner en valor su sueldo. Y claro, hay mucha oferta de todo tipo.
— ¿Sobran restaurantes en Ibiza?
— Sí, sobra oferta. La planta hotelera ha hecho una reestructuración importantísima que le ha valido para marcar unas tarifas superiores y tener una demanda más alta de personal porque han mejorado muchísimo su oferta de restauración. Un hotel que antes tenía el restaurante comedor donde hacía desayunos y cenas y el bar de la piscina, al haber hecho una reforma importante, todos han hecho el rooftop para ver la puesta de sol, el restaurante de la playa, el restaurante del pool y algún restaurante temático. La oferta es muy amplia y hay algunos sectores donde se ha tocado techo.
— ¿No abrirán tantos restaurantes el año que viene?
— Hay restaurantes que abren una temporada o dos y luego ven que no les salen los números porque han pactado unos alquileres o traspasos altísimos y deciden abandonar Ibiza porque les habían vendido la isla del Maná, y la isla del Maná son 12 meses pagar el alquiler de un local, trabajando nada más que seis o siete. Lo que pasa es que casi cada año van apareciendo nuevas empresas intentant meter la pierna y hay una rotación de empresas satélites que van viniendo y van cerrando.
— ¿Qué tal le ha ido al sector comercial? ¿Cómo estaban los bolsillos de los turistas?
— Los bolsillos de los turistas, como los de todos los consumidores europeos, pues están muy ajustados. Hablar del boom del post-Covid ya no corresponde porque con toda la subida de tipos de interés en todas las economías europeas, al final las familias tienen menos dinero para dedicar al ocio. Sí que es verdad que nosotros hemos detectado que las Pitiusas seguimos siendo un destino atractivo y, sobre todo, repetitivo, que es uno de los mayores logros. La seguridad que ofrece nuestro destino, la calidad de nuestra gastronomía y de nuestras costas, la amabilidad de nuestra sociedad nos hace muy apetecibles y que la gente quiera repetir en nuestro destino. Al final, pero, la gente para venir de vacaciones se marca un presupuesto y estarán aquí hasta que les dure. Y si antes 3.000 euros te daban para venir 8 días, fenomenal, pero ahora 3.000 euros a lo mejor solo te dan para venir 5 días. Sí que hemos detectado, que quizás en esa temporada alta en la que la climatología es muy potente, en Europa hace un tiempo muy bueno, muy agradable, entonces parece como que el turista está mejor en su casa en julio y en agosto que aquí, pero también hemos detectado que el turista nos visita dos veces. Si antes venían diez días, ahora vienen dos veces cuatro días.
— ¿Qué balance hace del primer verano con la limitación de entrada de vehículos en Ibiza?
— Se están dando los primeros pasos y son resultados que tendrán que tener mínimo dos o tres años de recorrido para poderse notar. Todos en temporada alta tenemos esa percepción de que hay mucho vehículo. Lo que no puede ser es lo de antes y que el Consell pida a las compañías de rent a car cuántos vehículos hay en la isla y no se sepa. Eso no puede ser. Con lo cual, todas estas normativas de control, bienvenidas sean, y seguro que a medio plazo van a ser fructíferas. Además de estar a favor y estar apoyándolo, estamos expectantes a que cada año se vaya mejorando. No seremos nosotros los que el primer año le pongamos palos en las ruedas a la Administración, que para poder gestionar lo primero que tiene que hacer es saber de qué está hablando, que sea algo tangible, y es lo que para nosotros en este momento se está haciendo. Que Baleària haya puesto encima de la mesa su parecer y la explicación de sus números es legítimo porque están defendiendo su negocio, pero yo entiendo que es una medida que tiene que ser fructífera a medio plazo.
— También se han dado pasos importantes en la lucha contra el alquiler turístico ilegal. ¿Se esperaba estos resultados tan pronto?
— Bueno, la verdad es que aquí hay dos cosas. Se ha creado un departamento que funciona, que ha sabido trabajar con los números desde el minuto uno. Que digas que cada día encima de la isla hay 7.000 turistasmenos en alojamiento extrahotelero o alegal, yo creo que es significativo. En eso, evidentemente, la planta hotelera se ha visto beneficiada, y seguro que el resto de la sociedad también. Un daño colateral de esa no llegada de 2.000 turistas diarios es que son potenciales consumidores que no han ido a la restauración ni a supermercados. Nosotros teníamos claro que el servicio de restauración de gama media-baja y los supermercados lo iban a notar, igual que lo habrán notado una parte de los rent a car.
— ¿Y compensa?
— Tiene que compensar. Antes hemos hablado de que si había mucha oferta de restauración, pues también hay mucha oferta de rent a car, podemos hablar de los supermercados y del comercio. Hay mucha oferta. Es posible que con un 30 % menos de la oferta que te digo, es posible que necesitemos hasta un 30 % menos de mano de obra. Entonces, pues quizás el mercado iba a estar un poco más saneado, no iba a haber esa piratería entre empresas de robarnos personal, no iba a haber esa necesidad. Cuando nosotros nos enteramos que, a lo mejor, un empleado nuestro está echando horas en otro sector, o en otra empresa, y las está echando en B, sin contrato, eso duele mucho. A mí me gusta que mi personal esté trabajando en mi casa, rinda a tope, y cuando se marche pues se vaya a conciliar, a descansar o a pasear en bicicleta con sus hijos. Yo no quiero que mi personal vaya a hacer 5 horas por la tarde o por la noche a un restaurante fregando vasos o a pintar una casa y me llegue al día siguiente cansado al trabajo. No es bueno para mí y la economía sumergida no es buena para la sociedad.
— ¿El 30 % es un porcentaje al azar?
— Es un porcentaje al azar, pero es posible que no nos estemos equivocando mucho en cuanto a volumen. Cuando en Pimeef denunciamos la economía sumergida, hablamos de prácticamente todo tipo de sectores: personal que está haciendo servicio en villas de mantenimiento o catering, taxi pirata... Hay mucho negocio que es de muy dudosa legalidad y algunos bajo la bandera de empresas legales. Y eso es malo para nosotros como empresarios, y es malo para nosotros como sociedad. Yo creo que no habría ningún problema en trabajar con un 20 % menos de los visitantes que tenemos, bien repartidos durante la temporada, evitando las puntas. Si tú haces una buena oferta en la temporada baja, en el inicio de la temporada y en el final de la temporada, con la misma calidad de servicio que la haces en temporada alta y a unos precios, vamos a decir, más amables, pues seguramente el cliente te va a escoger. Y como ahora la tipología del cliente es quizás de esas estancias algo más cortas, pues nos tendremos que adaptar a eso.
— Cómo ha afectado la falta de vivienda asequible para la contratación de trabajadores?
— El problema de la vivienda es un mal a nivel nacional. Las empresas, cada año, hemos tenido que estar poniendo más dinero encima de la mesa que nos pedían nuestros empleados, y la desgracia es que era para destinarlo a una especulación con el alquiler. Lo que no es normal es que cualquier empleado no pueda desgravarse el 100 % de lo que paga de alquiler. Antes te hablaba que puede que haya un 30 % de economía sumergida. ¿Cuál es el nivel de economía sumergida en el alquiler residencial? ¿Cuánta gente de la que estamos contratando tiene un contrato legal para estar residiendo durante seis meses en una habitación? Es que no lo tiene nadie. Cada vez hemos ido poniendo más dinero encima de la mesa. Si esos 100 euros más fuesen para el ahorro de nuestros trabajadores, fenomenal, porque luego ese dinero se reparte, va a haber más consumo, mayor poder adquisitivo, pero se está yendo a pagar una habitación de mala manera.
— Hablemos de las inundaciones de las últimas semanas que han supuesto un duro golpe para muchos pequeños empresarios. ¿Cuenta con las cifras de cuántos afectados ha podido haber y a cuánto ascienden sus pérdidas?
— Es muy complicado. Los datos que tenemos hoy es que las aseguradoras ya han atendido prácticamente el 100 % de las incidencias. Paradójicamente, en la segunda dana hubo momentos donde llovió más cantidad de litros, pero afectó a menos gente porque muchos ya estábamos preparados. En esa primera ayuda que lanzamos a nuestros compañeros para detectar cuáles habían sido las incidencias, recibimos 110 respuestas de afectados, con mucha tipología muy diferente. Calculamos que en la primera dana, que en ese abanico desde Jesús hasta Platja d’en Bossa, hubo aproximadamente unos 400 negocios afectados y creemos que puede haber una afectación entre los 4 y los 6 millones de euros en pérdida de material, de maquinaria y problemas en las instalaciones. Ahí no contabilizamos el lucro cesante. Tengo constancia de algunos compañeros que no han podido retomar su actividad a día de hoy, como alguna guardería en Jesús, por el gran nivel de pérdidas que hubo. Son unas pérdidas importantes. No nos olvidemos que estas lluvias llegan en los closing de las discotecas, un momento en que la isla prácticamente vuelve a llenarse de la noche a la mañana con un potencial de consumo muy concentrado.
— El Gobierno parece que ha hecho marcha atrás en su intención de subir la cuota a los autónomos. ¿Solo se piensa en los autónomos para subirles los impuestos?
— A ver, yo soy un empresario y no voy a pedir que se suban los impuestos a las grandes grandes compañías. A mí lo que me gusta es que todas las compañías tributen por igual. No es normal que una pequeña empresa tribute al 38 %, al 40 %, y una gran empresa tribute al 12 %, al 15 %. Eso es lo que no es normal. Hay que ir a rascar donde está el movimiento. Y si hoy en día el pequeño comercio tiene una problemática importante, porque los hábitos de consumo caen, y porque la venta del pequeño comercio hoy en día es de un 40 % y el otro 60% es la venta online, pues vete a picar piedra allí, donde está el volumen de negocio. Pero no a ese autónomo que bastante tiene con su día a día. Al autónomo lo que hay que hacer es facilitarle cada vez más las cosas para que pueda prosperar y para que pueda cotizar y aportar riqueza. Escuchaba a la vicepresidenta del Gobierno decir que se les iban a subir las cuotas porque realmente se les iba a proteger más en cuanto a jubilación. Me está subiendo la manga pero me está bajando la pernera. Si yo lo que quiero es estar protegido acorde a lo que tributo y a lo que aporto a la sociedad, no me digas que me vas a proteger más cobrándome más. Protégeme más y no me cobres más. Lo que hay que hacer es ir a ver dónde está el negocio, dónde están las grandes contratas estatales, dónde se mueven los grandes dineros. Si un autónomo tiene al cabo del año esos 200 euros más que nos puedan subir, se los va a gastar y los va a repartir. No se preocupe que no se los va a quedar en el bolsillo. Deje que el autónomo gaste el dinero, que sabe muy bien dónde gastarlo.
— El año pasado reclamó a los funcionarios que cuando cerraran el ordenador el viernes a las 3 de la tarde se preguntaran si habían hecho todo lo que estaba en su mano para ayudar a sus vecinos. ¿Ha notado algún cambio en la Administración o todo sigue igual?
— Tenemos tanta falta de una buena administración... Porque, al final, un buen gobierno lo que hace es beneficiar a todo el mundo. ¿Por qué está la gente descontentada con la Administración? Porque no me atienden personalmente, porque tarda mucho... Yo sigo pensando que el funcionario cada día tiene que estar satisfecho con su trabajo. Cuando vas a un taller, cuando entras en una tienda, cuando vas al cine y ves el personal que está ahí, tú ves cuando alguien es feliz en su trabajo. La diferencia entre ser feliz en su trabajo y ser infeliz es muy grande. Lo que me gustaría es que los funcionarios fuesen felices y fuesen productivos, porque seguro que si son más felices van a ser más productivos. Y muchas veces el ser más feliz no es tener más dinero en el bolsillo, es tener un entorno agradable en el trabajo. Esto me viene a colación del tema del absentismo laboral, que es uno de los grandes problemas que hemos detectado este año. Estamos hablando que en la empresa privada el absentismo laboral es de un 10 %, mientras que en algunos segmentos de la Administración esa cifra se dobla.
Ese es el camino, y si en vez del 20% es el 30 mejor