Este lunes han comenzado las obras de reforma del centro social de Sa Miranda, ubicado en el barrio de Sa Penya. El Ayuntamiento de Ibiza invertirá en esta modernización unos 40.000 euros, según ha explicado la responsable de Asuntos Sociales, Lola Penín. «El centro está en muy mal estado», ha dicho en declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera, «ha estado muchos años abandonado, no se había hecho nada para mantenerlo en unas condiciones realmente adecuadas».
En los próximos días se llevarán a cabo diversas intervenciones en este espacio que se considera fundamental para la cohesión social del barrio de Sa Penya. Se repararán paredes, se pintarán todas las estancias, se actualizará la instalación eléctrica y, además, se crearán nuevos espacios. «Durante años ha habido una total falta de mantenimiento», ha lamentado Penín, «hablamos de un edificio antiguo que está muy deteriorado y que, además, estaba afectado por humedades. Tal y como está, no reúne las condiciones adecuadas ni para los usuarios ni para los trabajadores. Ahora vamos a mejorarlo todo. Vamos a crear espacios más funcionales y unas instalaciones realmente dignas».
En este centro se llevan a cabo varios programas socioeducativos destinados a las familias y menores del barrio. Todos ellos tienen como objetivo la inserción social de aquellos chavales que por diversos motivos no han podido seguir estudiando. Es el caso del programa Aprenem, que persigue prevenir el abandono escolar. También se imparten los programas Alter y PISE para adolescentes de entre 14 y 16 años. Estos programas están destinados a jóvenes «que tienen dificultades para adaptarse al sistema educativo», ha recordado Penín.
Por otro lado, una vez que el centro esté reformado, se instalará en este espacio el Servicio Integral de Adicciones Municipal (SIAM). Este servicio actuará en varias líneas: prevención en familia, escuela y barrio mediante acciones educativas y campañas; asistencia y orientación a personas con adicciones y a sus familias; coordinación y apoyo con entidades locales vinculadas a la prevención y atención de adicciones y formación de profesionales y agentes comunitarios. Además, se destinará también espacio al programa Mujeres que Florecen, que centra sus intervenciones en mujeres que viven en la calle.
«El objetivo es aprovechar el edificio al máximo y que esté en las mejores condiciones tanto para los trabajadores como para los usuarios», ha concluido Lola Penín, «se trata de concentrar servicios en un mismo lugar y aprovechar así el espacio. Esto, además, nos permitirá implantar circuitos más ágiles y llevar a cabo intervenciones conjuntas porque muchos de estos problemas están relacionados».
Y mientras siguen fomentando ocio nocturno en la zona para que así siga creciendo el narcotrafico. SINVERGÜENZAS.