La perrita Ikram conmovió a numerosos ibicencos cuando se conoció su historia, tras llegar a la isla a bordo de una patera el pasado mes de junio. Nada se supo de su propietario pero Ikram viajó con su propia cartilla sanitaria, en la que se podía constatar que no había sido vacunada contra la rabia, una enfermedad erradicada de Europa pero que en Argelia, lugar de procedencia de la cachorra, aún no ha sido controlada.
El Ayuntamiento de Ibiza decidió hacerse cargo del animal, enfrentándose al Ministerio de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, que pretendía que Ikram fuera devuelta a Argelia o sacrificada. El concejal de Bienestar Animal de Vila, Manuel Jiménez, decidió que el Consistorio se hiciera cargo e Ikram fue trasladada al centro de Sa Coma, donde desde entonces permanece en cuarentena.
«La perrita tiene que estar aún dos meses más aislada», ha explicado Jiménez, «pero, de momento, está evolucionando bien. Aún estamos gestionando este tema y a la espera de hacer lo que toque una vez que acabe el periodo de aislamiento». «Defendemos la vida de Ikram», ha subrayado, «pero hemos de ir con pies de plomo y ver qué pasa en los dos meses que le faltan de cuarentena».
De momento, Ikram ha sido sometida a una intervención quirúrgica para poder solucionar el problema que tenía en sus ojos cuando llegó a Ibiza. Y, además, es también vigilada de forma constante por parte del personal de Sa Coma, donde permanece desde que se acordó que fuera aislada.
El concejal de Bienestar Animal desconoce si la perrita podrá ser entregada en adopción cuando abandone el aislamiento. Es una opción factible porque, ha explicado, «se han dado otros casos en la Península de perros y gatos que han llegado en pateras procedentes de Marruecos y Argelia y, tras pasar la etapa de cuarentena, han sido entregados en adopción». Cuando esta cuarentena acabe, el Ayuntamiento de Ibiza tendrá que «volver a negociar con el ministerio» el futuro del animal. Pero también con el Govern, que tiene la competencia en Salud Pública: «Ellos tienen la competencia en Salud Pública. El ministerio tiene la Ley de Bienestar Animal y nosotros, los ayuntamientos, estamos obligados a aplicar esa ley».
De cualquier manera, Manuel Jiménez considera que, si todo va bien en las próximas semanas e Ikram no presenta ningún síntoma que pueda obedecer a la rabia, podrá ser entregada en adopción, como otros perros responsabilidad del Consistorio.
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