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Sucesos

Un anillo inteligente reaviva el caso de la italiana hallada muerta en una sauna de Ibiza

Los datos del Oura Ring de Flor Bollini cuestionan la versión de sus acompañantes y han motivado la reapertura de la investigación

El anillo inteligente Oura Ring que Flor Bollini llevaba para controlar sus constantes vitales ha acabado convertido en una pieza clave para esclarecer su muerte | Foto: @florbollini

| Ibiza |

El anillo inteligente Oura Ring que Flor Bollini llevaba para controlar sus constantes vitales ha acabado convertido en una pieza clave para esclarecer su muerte, según El Comercio. La italiana, de 44 años, fue encontrada sin vida en octubre del año pasado dentro de la sauna de la casa de un multimillonario sueco en Ibiza. El dispositivo ha puesto en duda la versión ofrecida por los amigos que compartieron con ella sus últimas horas —una noche marcada, al parecer, por el exceso de fiesta y consumo de drogas— y ha permitido a su familia reclamar la reapertura del caso.

El informe preliminar de la autopsia apuntó a una muerte súbita de origen violento y accidental, pero dejó abiertas numerosas incógnitas. No está claro si Flor fue dejada sola en la sauna mientras estaba bajo los efectos de los estupefacientes o si las quemaduras que presentaba en el lado izquierdo del cuerpo se debieron a que alguien la introdujo en la caldera tras un episodio agresivo. Sí se confirmó que había consumido drogas, aunque no en una cantidad que justificara el fallecimiento por sobredosis. Flor padecía problemas cardíacos, lo que explicaría su interés por usar un dispositivo que registrara sus constantes.

La información del Oura Ring reveló que los cinco amigos que estaban con ella habrían llamado a Emergencias aproximadamente dos horas después de que su corazón dejara de latir, poco antes de la medianoche. Según ha explicado Fede, su hermano, «todos estaban drogados cuando llegó el forense». Pese a ese estado, sostiene que intentaron quitarle el anillo para evitar que quedaran registradas las horas exactas, pero no pudieron debido a las quemaduras en la mano. Incluso habrían tratado de recuperarlo tras una rápida incineración organizada por una de las sospechosas, «en calidad de amiga». «Estaban desesperados por hacerse de nuevo con el anillo», insiste.

Pulseras, relojes y hasta Alexa

Las dudas de la familia, las lagunas en la versión de los presentes y los datos del Oura Ring han llevado a que el caso se haya reabierto. El dispositivo registra parámetros como la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal, los ciclos de sueño, la actividad, el ciclo menstrual o la variabilidad de la frecuencia cardíaca, todo ello sincronizado con una aplicación móvil. Su precio ronda los 300 euros, a los que se suma una suscripción mensual. Su popularidad creció gracias a celebridades del cine y las redes sociales, e incluso apareció en la secuela de ‘Sexo en Nueva York’. Durante la pandemia se vendió como método para detectar precozmente síntomas de covid. La empresa afirma haber colocado ya 2,5 millones de unidades.

Valor como prueba

La gran pregunta es si un dispositivo así puede influir en un caso criminal. Aunque relojes y pulseras inteligentes empiezan a tener valor probatorio en Estados Unidos y Reino Unido —por datos de ubicación, variaciones de pulso durante un ataque o la hora exacta en que cesa el latido—, su fiabilidad depende de cada procedimiento. En algunos casos han sido decisivos, como en un homicidio cometido en Manchester en 2015 se resolvió tres años después gracias a la información del GPS de un reloj Garmin; en California, los datos de una pulsera Fitbit permitieron incriminar a un hombre en el asesinato de su hijastra al situarlo en la escena del crimen; y el mismo modelo ayudó a esclarecer la muerte de Karen Navarra en 2018.

En España, según explica Jordi Delgado, vicetesorero del Colegio Profesional de la Criminología de la Comunidad de Madrid, los jueces aceptan sin reparos los datos de estos aparatos, que ya cuentan con cadenas de custodia establecidas. Permiten determinar la hora de la muerte con gran precisión o detectar movimientos posteriores al cese del latido, algo incompatible con un cadáver. En el caso de Flor, el anillo registró claramente que la llamada a Emergencias se realizó dos horas después del final de los latidos, motivo suficiente para reabrir la causa.

Además, la información suele almacenarse en la nube, por lo que borrar los datos es complicado incluso destruyendo el propio dispositivo.

4 comentarios

user Ciutatans | Hace 18 días

Para saber más de este tema leer la noticia en el Diario de Ibiza. Mucho mejor redactada y con más información...

yat yat | Hace 20 días

VicentTeniendo doble nacionalidad era argentina y italiana, cosa q importa poco. Lo importante es acabar con la impunidad de aquellos q se creyeron eso de "en Ibiza con dinero haz lo q quieras". D.E.P, sea argentina italiana o de Marte. Ojalá atrapen a los culpables de este crimen. Y de paso a cada criminal, corrupto y conseguidor local de impunidad. El todo por la pasta tipico de avariciosos locales es lo q está llevando a nuestra isla de ser paraiso a ser nido de ratas.

user Serafintintin | Hace 21 días

Creo que la intentaron violar, y al defenderse la mataron. DEP!!

Vicent Vicent | Hace 21 días

Esta chica era argentina, nombre completo María Florencia Bollini, nacida en Argentina. Tenía también la nacionalidad italiana por ser descendiente emigrantes italianos.

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