Asociaciones de Ibiza que trabajan con personas con diversidad funcional han alzado la voz para denunciar la situación de inestabilidad económica en la que desarrollan su labor. Con motivo del Día Mundial de las Personas con Discapacidad, que se celebra este miércoles 3 de diciembre, las entidades coinciden en la misma idea: es necesario aumentar la financiación y adelantar las subvenciones por parte de las administraciones para poder trabajar con seguridad y continuidad.
Las entidades recuerdan que su labor es esencial para cientos de familias y que, pese a ello, cada año se ven obligadas a cerrar ejercicios «a ciegas», sin saber con qué presupuesto contarán. La falta de previsión, aseguran, dificulta la planificación de los proyectos y pone en riesgo servicios que ya forman parte de la cartera pública de atención a la discapacidad.
En este sentido, la gerente de la Asociación de Personas con Necesidades de Eivissa y Formentera (APNEEF), Carmen Boned, destaca que la entidad ha atendido este año a unas 540 familias, una cifra ligeramente inferior a la del ejercicio pasado debido al ajuste presupuestario. Boned lamenta que para cuadrar cuentas han tenido que reajustar personal y adaptarse a la subida del coste de la vida, lo que ha implicado reducir intervenciones y priorizar casos.
«Tenemos que ser precavidos porque no sabemos lo que vamos a recibir. Y así no se puede gestionar».
Estabilidad
La situación, subraya, no responde a una falta de voluntad, sino de estabilidad financiera. «Tenemos que ser precavidos porque no sabemos lo que vamos a recibir. Y así no se puede gestionar», apunta, señalando que, a día de hoy, todavía no se ha publicado la convocatoria de subvenciones del Consell d’Eivissa correspondiente a 2025, lo que deja a las entidades sin una referencia clara de los recursos disponibles para el próximo año.
Según explican varias asociaciones, el retraso en la tramitación de ayudas provoca un efecto dominó que afecta directamente a usuarios y familias. «A veces contamos con que vamos a cobrar una cantidad y al final entra menos. Si tú presupuestas 100.000 y recibes 80.000, son 20.000 menos. Eso es el salario de un profesional», agrega, explicando que han cobrado en octubre de 2025 la subvención correspondiente a 2024, lo que obliga a adelantar durante meses los costes de personal, alquileres, suministros y materiales.
«Los políticos dicen que sí a todo, pero los técnicos no dan abasto».
«Gracias a las familias, a las ayudas privadas y al apoyo de los ayuntamientos, podemos seguir, pero no es lógico que asociaciones que llevamos tantos años tengamos que funcionar así», añade. Las entidades denuncian también la falta de personal técnico en el Consell, que ralentiza los informes y la concertación de servicios: «Los políticos dicen que sí a todo, pero los técnicos no dan abasto. Así, el área de discapacidad está insuficientemente cubierta y todo se retrasa».
Mientras tanto, subraya, APNEEF sigue prestando servicios que deberían estar concertados. «Estamos ofreciendo atención que forma parte de la cartera pública, pero no se avanza en las concertaciones. Llevamos un año esperando la última», precisa. En contraste, destacan el funcionamiento de otras administraciones: «El Govern balear es un ejemplo. Pagan en tiempo y forma y los conciertos están bien estructurados. Eso demuestra que, cuando se quiere, se puede».
Pese a la diversidad de actividades que desarrollan las asociaciones, entidades coinciden en varios problemas estructurales. Entre ellos, retrasos en el pago de subvenciones – que obligan a las entidades a adelantar recursos propios – falta de concertación de servicios, falta de una planificación clara – que impide prever presupuestos y programar actividades – y un crecimiento constante de usuarios sin que la financiación aumente en la misma proporción.