El pasado 24 de noviembre cerraba al tráfico la travesía de Jesús, con acceso restringido solo a residentes y comercios. La travesía es la entrada principal a la localidad y su cierre ha provocado caos y grandes retenciones de tráfico.
En un principio se estimaba que la duración de los trabajos sería de apenas dos semanas. Finalmente se alargaron veinticinco días, hecho que provocó la ira de los vecinos. Durante todo ese tiempo se pudo acceder a Jesús a través de la nueva variante.
Las obras se enmarcan en el «Proyecto de rehabilitación del firme de la carretera de Jesús-Santa Eulària E-100 de la red del Consell de Ibiza», un proyecto adjudicado a la empresa Islasfalto tras el fiasco de la construcción de la travesía, cuyas obras comenzaron en 2015 con un plazo de ejecución de seis meses. Los trabajos se alargaron finalmente hasta 2017. La empresa adjudicataria de aquel primer proyecto fue Vías y Obras S.A., propiedad de Florentino Pérez.
Hoy, finalmente la travesía queda abierta al tráfico, para regocijo de los vecinos y demás usuarios del tránsito rodado. Esta obra forma parte de un proyecto más grande que rehabilitará un tramo total de 11,5 kilómetros, desde la EI-100 hasta Cala Llonga, con un plazo de ejecución de seis meses y un presupuesto de 4,6 millones de euros.