Giovanni Greco, el capo de la Cosa Nostra que fue detenido por la policía en octubre de 1997 en Santa Gertrudis, localidad en la que planeaba su regreso a las guerras mafiosas italianas, ingresó ayer en la prisión de Mallorca después de que la Audiencia Nacional ordenara su encarcelamiento.
Greco, considerado por la Interpol como un «asesino infalible y especialista en secuestros», logró salir en febrero en libertad condicional de Alcalá Meco -establecimiento penitenciario donde esperaba una resolución sobre su extradición a Italia- con una fianza de un millón y medio de pesetas. El que fuera jefe del Clan Ciaculli se instaló enseguida en Manacor. En Mallorca, antes de su detención en Eivissa, tenía negocios inmobiliarios.
Ahora tenía la obligación de presentarse el día primero y quince de cada mes en un juzgado. Lo hacía en Palma. Pero ayer, la Audiencia Nacional, y basándose en que debía presentarse en un juzgado de Manacor, ordenó su detención.